Abejas inspiran a científicos a realizar un programa informático

La computación bioinspirada es un nuevo campo de la ciencia en el que informáticos y biólogos colaboran para crear aplicaciones que imitan la naturaleza. Un equipo de científicos de la Universidad de Extremadura ha demostrado que el comportamiento inteligente de las abejas en las colmenas puede inspirar el desarrollo de un programa informático al servicio de otras investigaciones, especialmente en el campo de la secuenciación del ADN.

En las colmenas hay varios tipos de abejas, cada una con una función diferente. Las obreras recogen el polen y comunican a las observadoras dónde se encuentran las flores, a qué distancia, y la cantidad de polen que tienen. Las observadoras interpretan esta información para así seguir a aquellas abejas que están en las flores que más les interesan. Y, en último lugar, las abejas exploradoras se aventuran en otros lugares para buscar nuevas flores.

Si traducimos este procedimiento al mundo de la informática, las flores supondrían la solución a un problema, y el polen la calidad de dicha solución. Las abejas serían un algoritmo matemático que busca soluciones – flores – cercanas, y de entre ellas selecciona las más eficientes, que en el caso de las abejas equivalía a las flores que mayor cantidad de polen tenían. Además, de forma complementaria se reproduce el comportamiento de las exploradoras, ya que también se buscan nuevas soluciones al azar por si se encuentran opciones buenas que se puedan incorporar al proceso.

Según ha explicado Miguel Ángel Vega, autor del estudio que se publica en la revista IEEC, «el proceso repetido numerosas veces proporciona soluciones razonadas susceptibles de ser aplicadas a determinados campos de investigación relacionados con la genética y la evolución de las especies».

El nuevo programa informático permitiría, por ejemplo, la búsqueda de ecuencias de ADN repetidas en el genoma con el objetivo de descubrir nuevos genes o conocer la función de los mismos. El software tendrá también aplicaciones en la obtención de nuevas variantes de fruta, en paleontología o en estudios de evolución genética de las especies

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