Ángel Di María, de las críticas a la idolatría

El notable futbolista disfrutó el viernes a la noche del cariño del público, en el que puede haber sido su último partido con la albiceleste en suelo argentino.

Por Guillermo Tagliaferri

Ángel Di María ratificó, en la feliz noche argentina del viernes 25 en el estadio de Boca Juniors, su nueva condición de ídolo de los hinchas. Como viene sucediendo después de la coronación de la Selección Argentina en la Copa América, disputada en Brasil, cuando justamente un gol de Fideo definió la final ante los locales, sus acciones levantaron notablemente en el corazón de la hinchada. 

Apenas empezó a hacer movimientos de precalentamiento para ingresar, desde los cuatro costados de la cancha atronó el canto de «Fideo, Fideo«. Un coro que ya había sonado instantes antes del partido, al ser nombrado por la voz del estadio. 

La ovación aumentó con el golazo, desplegando técnica, calidad y jerarquía para controlar y definir, para colocar el 2 a 0 ante Venezuela. Y enseguida, con la medida asistencia a Lionel Messi para cerrar la goleada. 

Una cosa quedó bien clara: después de Messi –lógicamente y lejos, el número 1–, Di María es el favorito de los hinchas argentinos.

El posteo de Di María en su cuenta de Instagram, tras la goleada de Argentina a Venezuela.

Período de críticas y lesiones

Hasta no hace mucho tiempo, el delantero del club francés Paris Saint Germain era uno de los jugadores más criticados y cuestionados por los exigentes seguidores de la Selección Argentina de fútbol. Con esa dosis de pasión descontrolada y exageración, muchos apuntaron contra el zurdo rosarino nacido y criado en el barrio La Cerámica de la ciudad santafesina. 

Algunas actuaciones no del todo felices y una serie de lesiones musculares despertaron el enojo y la reprobación de los hinchas. En el Mundial Brasil 2014, Di María se desgarró en el partido ante Bélgica, por los cuartos de final, y quedó marginado de la semifinal y la final. 

Al año siguiente, Argentina accedió a otra final: ante Chile, por la Copa América. En ese cotejo Di María arrancó como titular, pero salió reemplazado, por un desgarro en su pierna derecha, a los 29 minutos. 

En la edición extraordinaria de la Copa América, en 2016 en Estados Unidos, tampoco tuvo demasiada acción: otro desgarro lo obligó a salir de la cancha en los primeros partidos. Volvió en la final, nuevamente ante Chile, pero no logró permanecer los noventa minutos. 

Como Argentina perdió esas tres finales, los dedos acusadores apuntaron fuerte contra el delantero y sus ausencias por lesiones. 

Su inicio y su carrera en clubes

Nacido el 14 de febrero de 1988, Ángel Fabián Di María hizo las divisiones inferiores en Rosario Central y debutó en Primera, con 17 años, en 2005. Ingresó por Emiliano Vecchio, en el empate ante Independiente 2 a 2, por la jornada final del Torneo Apertura, y fue Ángel Tulio Zof, un enorme referente de Rosario Central, el técnico que lo catapultó. 

Se consolidó y se lució enseguida en Rosario Central. Sus condiciones pronto fueron captadas en Europa: tras 39 partidos y 6 goles en el club rosarino, cruzó el Océano Atlántico. Benfica, de Portugal, compró su pase. Extendió sus buenas performances en el continente y así pasó al poderosísimo Real Madrid, de España; Manchester United, de Inglaterra, y desde 2015, PSG, que les pagó 63 millones de euros a los británicos por la transferencia.  

El origen del apodo y el significado del corazón 

Di María, previo a su convocatoria a la Selección Mayor, jugó en la Juvenil. Y en el Mundial Sub 20, disputado en Canadá en 2007 y con Argentina campeón, nació su apodo. Su compañero Ever Banega lo llamó Fideo, por su extrema delgadez. El sobrenombre se difundió y se popularizó.

En esa competencia, presagiando lo que vendría después, Di María se perdió la final, ante República Checa, por … una lesión, sufrida en la semifinal ante Chile. 

Cada vez que el futbolista de 34 años convierte un gol, lo festeja formando un corazón con sus dedos. Es una dedicatoria a su esposa, Jorgelina Cardozo, la madre de sus hijas Pia y Mia. 

«Mi celebración viene de mi último año en Lisboa. En ese año empecé a vivir con mi mujer y el día que llegó justo tenía partido. Hice un gol, se lo dediqué con el corazón y continuó así, de cábala. Ella es la que está siempre apoyándome y está conmigo siempre. Es importante darle esa celebración para que se sienta parte de mí» respondió en una entrevista publicada hace un tiempo en la web de PSG.

El festejo romántico de Ángel Di María, dedicado a su esposa.

Su huella en la Selección

Además del título de campeón mundial Sub 20, Di María también dio la vuelta olímpica en los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008. Y un gol suyo depositó a Argentina en lo más alto del podio, como sucedió en la Copa América del año pasado-: una carrera y un zurdazo sutil y cruzado para poner el 1 a 0 ante Nigeria. Una jugada bastante similar a la de la final ante Brasil.

Un mes después de la coronación en China, Di María arrancó su ciclo en la Selección Mayor, jugando las eliminatorias para el Mundial Sudáfrica 2010, con Alfio Coco Basile como entrenador. Desde entonces su apellido se viene reiterando en la lista de convocados, salvo alguna aislada y breve excepción. 

Sus estadísticas con la camiseta argentina alcanzan, hasta ahora, 121 partidos, con 24 goles anotados, 24 asistencias y una expulsion. De no mediar inconvenientes, Qatar 2022 lo verá en su cuarto Mundial consecutivo.

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