(Animarse a preguntar) todo sobre el placer

Tati Español es divulvadora (sí, así como suena), porque habla y enseña sobre la vulva, como antes se llamaba (erróneamente) a la vagina, porque la vulva es mucho más que un orificio. Aquí explica por dónde va el placer.

Por Lola López

Tati Español ha causado un gran y hermoso revuelo. Comenzó con sus talleres llamados «Todo sobre tu vulva» que hoy es también el título de un libro editado por Editorial Planeta. Y la cosa crece y crece, porque una vez que alguien escucha o lee lo que Tati dice, algo cambia por dentro. «Te caen muchas fichas juntas«, le han dicho muchas veces sus lector@s y seguidor@s de su cuenta en Instagram.

Una de las primeras cosas que se aprende con ella es que, para un alto porcentaje de las mujeres, el placer no está en la penetración, lo cual derriba un enorme mito. Y es maravilloso que se derrumbe, termine o disuelva, porque creer que el pene es la fuente de placer genera mucha confusión, dolor y malestar a muchísimas mujeres. «¿Qué me pasará que no me gusta como todo el mundo dice que me tiene que gustar?», suele ser la terrible duda. 

Un libro que genera preguntas.

El gran tema es que la penetración es la práctica que se incorpora desde muy chic@s como la única manera de relacionarse sexualmente, como si fuera lo único que es «verdaderamente sexo».

¿Y por qué ocurre esto? Porque el coito está vinculado a la reproducción, como si la sexualidad fuera, por sobre todas las cosas, para reproducirse (como dicen las religiones). Por eso, otro de los puntos a cambiar es lograr una educación sexual que no tenga un perfil reproductivo sino vinculado al placer. Revolucionario, ¿no?

La libertad sacrificada en pos de la reproducción. Foto: Lola López.

El libro en sí

De todo esto y sobre todo del placer, trata el libro que fue presentado en La Librería del Fondo, en Palermo, hace unos días y que contó con la presencia de Tati y de la activista y artista Lala Pasquineli, creadora del movimiento Mujeres que no fueron Tapa.

«Desde chica me interesa el tema de la sexualidad y siempre me dediqué a investigar, especialmente para este libro. Lo que me pasaba era que no encontraba material que hablara en profundidad sobre la sexualidad y el placer, sino que lo que más había era consejos sobre qué conducta hay que tener sexualmente, cómo seducir a le otre o todas las cosas que hay que hacer para encajar en lo que se espera de nosotres«, explica Tati.

«Por eso pensé este libro, para que se lea sin exigencias, que no sea ‘algo más’ para hacer, dado que las mujeres estamos bastante sobrecargadas ya, que no sea hablar de algo más que nos falta«, señala la autora.

Para Lala Pasquinelli, «este libro logra que nos podamos sacar la sensación de ‘estar falladas’, lo cual es un alivio para la existencia y abre la posibilidad de nuevas conversaciones».

Es urgente volver al placer. Foto: Lola López

Tan poderoso es este material que puede cambiar la vida de las personas justamente al empezar a plantearse cosas, a dejar de naturalizar violencias e imposiciones, al comprender que a veces cuesta vincularse por el placer, no por tener un problema propio, sino porque desde la infancia nos educan con la idea de que disfrutar, gozar, no es bueno del todo.

«Veo mucha gente frustrándose por querer seguir el ‘guion’ de lo que marca al porno, una industria que muestra cuerpos irreales, que promueve la erotización de la violencia y de la violación, por eso es urgente también desarticular esta cultura del porno que funciona como ‘educación sexual’ desde los 8/10 años, aproximadamente, que es cuando los chicos empiezan a consumirla«, dice Tati.

¿Dónde está el placer?

Tati cuenta que hace un tiempo hizo esta pregunta, ¿dónde está el placer?, en su cuenta de Instagram y la gran mayoría respondió que necesita sexo oral, manual o «vulvanizar», que es el acto de frotar la vulva contra lo que sea: el cuerpo de otra persona, otra vulva, un pene o un juguete. «El problema es que a esas prácticas se las toma como un trámite que hay que hacer previo a la penetración como si fuera ‘el plato principal’ y ahí aparece entonces la idea de que tenemos un problema si eso no nos hace orgasmear«. 

El pene ya no es el centro. Foto: Lola López.

Cuando pasa esto, la mayoría se siente confundid@ (varones y mujeres) y frustrad@ y, a la vez, como no se e incentiva demasiado hablar de la propia sexualidad con franqueza, no se suele contar estas cosas y no se advierte que a otras personas les pasa lo mismo. Y si no se actúa a tiempo, ese malestar se intensifica y da lugar a otros problemas. 

«Por eso es clave hablar, contar lo que nos pasa, encontrar espacios de diálogo; yo hoy veo también mucha gente que se replantea la vida y que se quiere conectar con otres de otras maneras, con otras redes afectivas«, reflexiona Tati.

Y su libro es la prueba de que hay muchísimas otras maneras de vincularse sexoafectivamente con otras personas, donde el placer, el consenso, la alegría y no tener que cumplir con ningún “guion” parecen ser los primeros pasos para sentirse bien.

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