Boca Juniors fue más efectivo en los penales que en el juego y es finalista

Racing Club lo controló durante el partido, que finalizó empatado 0 a 0, pero el Xeneixe lo superó en los tiros de desempate, 6 a 5. 

Por Guillermo Tagliaferri

Boca Juniors es el primer finalista de la Copa de la Liga de Fútbol Profesional, donde enfrentará al ganador de Argentinos Juniors y Tigre, que jugarán mañana, domingo. En la semifinal ante Racing Club, disputada en el estadio de Lanús, selló su pasaje al partido definitorio del torneo en la tanda de penales, por 6 a 5, tras igualar sin goles en los 90 minutos. 

Racing impuso su estilo de presión alta, control de la zona central, búsqueda ofensiva y no le permitió sentirse cómodo a Boca. Al equipo de Fernando Gago solamente le faltó efectividad para traducir su dominio en gol. Pero en juego fue ampliamente superior. 

Un zurdazo bajo y cruzado de Tomás Chancalay, tras un buen pase de Carlos Alcaraz, apenas desviado, en el primer tiempo, y un cabezazo de Carlos Alcaraz, tras un centro de Emiliano Insúa, desviado, en el segundo período, fueron las chances más claras para que Racing rompiese el cero. 

Miranda, uno de los destacados de Racing, supera a Fernández y Villa. Foto: Liga Profesional de Fútbol. 

Boca, en cambio, no dispuso de ninguna situación clara como para preocupar al arquero Gastón Chila Gómez, quien transcurrió una tarde demasiado tranquila. Al menos, hasta el momento de los penales.

La hora de los penales

Arrancó con gran efectividad la tanda de cinco penales por equipo. Gonzalo Piovi, Edwin Cardona (ingresó segundos antes de acabar el cotejo, para patear un penal), Tomás Chancalay y Carlos Alcaraz convirtieron los primeros cuatro remates de La Academia. Exactamente igual que los ejecutantes de Boca: Marcos Rojo, Carlos Izquierdoz, Pol Fernández y Darío Benedetto

El festejo final de los jugadores tras la victoria en los penales. Foto: Boca Juniors. 

Los cuartos disparos –Alcaraz y Benedetto- tuvieron idéntico recorrido: la pelota entró por el ángulo superior izquierdo de los arqueros. 

El juego de las coincidencias se repitió en el quinto, y teóricamente último penal. Agustín Rossi, un especialista en el tema, atajó el tiro de Enzo Copetti y a continuación Gastón Gómez desvió, estirando su pierna, el remate de Eduardo Salvio.

Siguió la serie de una ejecución por equipo. Adentro, los tiros de Javier Correa y Sebastián Villa –en una semana difícil para el colombiano, quien nuevamente fue denunciado penalmente por violación y violencia de género-. Emiliano Insúa tiro afuera su remate y el pibe Alan Varela no falló y desató la fiesta de Boca Juniors.  

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *