Brasil, otro de los que exhibe credenciales de candidato en Qatar.

Entre la intro de un pagode que llena de menor a mayor el aire de sonido, un sertanejo que anticipa el fútbol alegre y un samba voraz que atropella rivales, Brasil se presentó con furia en los octavos de final de Qatar.

Una entusiasta Corea del Sur vió los papeles de su plan hechos trizas antes de los 40 minutos del primer tiempo. Un 4 a 0 electrizante, raudo, lapidario. Como para que a los orientales no les quede margen para la nostalgia. Mucho menos para las excusas.

Entre Richarlison, Vinicius Jr y un esplendoroso Neymar edificaron una actuación colectiva que provocó el brillo individual. De todos modos para la estrella de la verdeamarela no fue fácil el inicio del Mundial. En el debut ante Serbia, recibió una dura infracción por parte de Nikola Milenkovic que le ocasionó una distensión del ligamento lateral del tobillo y un edema óseo.

Los fantasmas de la lesión que le provocó aquel rodillazo de Camilo Zúñiga en 2014 rondaron cerca de su mente. Sin embargo, logró recuperarse y antes de lo previsto, volvió al campo. Sus ganas hablaron por él. 

«No sentí nada en el tobillo por suerte. Mi desempeño creo fue muy bueno, me gustó el partido que hice,pero debo seguir creciendo. Todo el equipo fue la figura», reveló, tras el partido.

Además señaló «Quiero agradecer a Dios por darme las fuerzas para volver, para poder hacer el tratamiento, y también a los médicos y mis compañeros. Estoy muy feliz por volver a jugar y hacerlo bien».

Neymar abrió la intimidad de lo que siente: «Fueron días difíciles porque pasaron muchas cosas por mi cabeza, dudas, miedos…Por suerte tuve el apoyo de mi familia y de mis compañeros. A la torcida no tengo como agradecerle así que lo haré adentro de la cancha».

Por último, se refirió a una imagen que había levantado la polvareda de la polémica: «Cuando me pinté la (sexta) estrella en el pantalón no fue para desmerecer a ningún rival. Vinimos en busca de un sueño y está cada vez mas cerca».

Con el tanto que convirtió ayer, se transformó en el tercer jugador que marca goles en tres Copas del Mundo distintas, tras concretar en Brasil 2014 y Rusia 2018. Delante suyo aparecen Pelé (4 mundiales) y Ronaldo (3 mundiales).

El rival del seleccionado que conduce Tité, será Croacia, que luego de batallar 120 minutos ante Japón, accedió a los cuartos de final en la instancia de los penales. Ese juego se disputará el viernes a las 12 horas.

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