«Celos de remate» y esos sentimientos tan humanos

Una comedia romántica donde los celos tienen un valor central como tópico y como eje en el entramado de la historia.

Por Javier Santos Rodríguez

¿Hasta dónde somos capaces de tolerar nuestros celos? ¿Ponemos en riesgo nuestro vínculo amoroso en la pareja si dejamos de confiar en el otro? ¿Somos propensos a generarnos historias falsas y contradictorias a partir de nuestras ideaciones? ¿Los celos se nos vuelven en contra?  

De esto se habla en la obra de teatro «Celos de remate», donde una pareja de casados pone en juego su relación a partir de los celos de Valentina.  

La trama

Con una excelente puesta en escena, animándose después de la pandemia, los actores desenvuelven papeles de personajes que reflejan situaciones cotidianas con humor y picardía. La comunicación entre la pareja en cuestión se vuelve fragmentada porque no consiguen escucharse adecuadamente y así surgen los malentendidos, las sospechas falsas, los enojos y por supuesto, los celos del título.

Hay dos historias paralelas; por un lado, la versión que sostiene Valentina (Daniela Alberti) a partir de la lectura de una nota manuscrita que encuentra en el bolsillo del abrigo de su esposo José (Carlos Pedevilla, ex Chiquititas), y por la que piensa que es engañada; la otra historia, la verdadera, se irá descubriendo en el transcurso de la misma obra.

La frescura, la sencillez y a la vez el vigor de la comedia la hacen amena y para un público amplio. Aparecerán también otros personajes que hacen a la riqueza de esta comedia, a los enredos y a los mismos celos: una suegra posesiva y protectora de su hijo (Selva Mangialavori), un hermano holgazán (Walter Benítez), una vecina tan sensual como ingenua (Florencia Acuña) y una mucama que tendrá un ojo crítico (Elizabeth Benítez).

Carlos Pedevilla y Daniela Alberti. Foto: Javier Santos Rodríguez.

Daniela Alberti, multifacética

La obra está escrita, dirigida, protagonizada y producida por Daniela Albertil, que charló con El Canillita Digital sobre sus múltiples roles.

¿Cómo se compaginan tantos roles: autora, directora, productora y protagonista de «Celos de remate»?

Fue mucho trabajo, pero estoy emocionada y feliz, me gusta lo que hago y me siento muy bien con el resultado. Es un trabajo conjunto en realidad, todos se desempeñan con dedicación y esfuerzo. Somos un lindo grupo de compañeros.  

¿Tiene algún modelo a seguir en esto que hacés?

Sí, yo aprendí mucho viendo el trabajo de Romina Yan. Ella tenía una visión diferente del teatro y la televisión, menos ligada a lo sexual y más a la profundidad sabia de la aparente inocencia y sencillez.

¿Qué sensación le queda de la función de estreno?

Salió muy bien, aunque estoy algo nerviosa, para mí es todo un desafío. Agradezco mucho el apoyo del público y de la gente que nos acompaña. 

Pero no es la primera vez que cumple tantos roles en una obra de su autoría

Es cierto, escribí y dirigí “Guerreros, el musical”, que fue representada en el teatro Multiescena.

La obra

«Celos de remate» es una comedia que habla desde lo cotidiano, pero sin dejar de lado la originalidad y la entrega de todos los intérpretes al servicio del entretenimiento y la reflexión. Su intencionalidad es desnudar la locura de los celos y llevar adelante, como parte de la función, una postura de optimismo.

Hay que destacar además el desenvolvimiento corporal de todo el elenco en cada escena. Hay un trabajo exhaustivo con el cuerpo, con lo gestual, que imprime calidad y destreza a la linealidad de la obra, haciendo que se disfrute cada momento.

El público sale de la función con una sonrisa, la gente disfruta del evento, se divierte, se siente tal vez identificada con algo de todo eso.

«Celos de remate»

Teatro El Vitral, Rodríguez Peña 344, CABA.

Sábados de abril a las 19.

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