Conflictos internos en el Gobierno
El fuego amigo escala y las divisiones internas son cada vez más notorias. El principal apuntado es el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Por Gastón Dufour
El segmento kirchnerista dentro del gobierno nacional cargó nuevamente contra los «funcionarios que no funcionan«, apuntando esta vez con más fuerza los dardos y desde varios flancos contra el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Estas circunstancias ponen en un lugar aún más incómodo a un gobierno en el que el enfrentamiento entre las integrantes del Frente de Todos, que se manifestó en principio de manera solapada y en el último tiempo, con posterioridad a las firmas de acuerdo con el FMI, se agudizó de manera muy clara.
El primero en apuntar contra Guzmán y la política económica fue el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Cuervo Larroque, cuando este martes en declaraciones radiales al programa «De acá en más» por Urbana Play, expresó «no queda otra alternativa que visibilizar un debate que tiene que ver con el modelo del país”.
Posteriormente, cerró con dos fuertes definiciones, una de ellas que se torna confusa respecto a la forma de designación de los ministros: «A Martín Guzmán no lo votó nadie«. La posición beligerante del secretario general de La Cámpora siguió, cuando amplió: «El gobierno es nuestro«.
El presidente Alberto Fernández, en cambio, decidió poner paños fríos a las desavenencias internas en la coalición oficialista: «Nadie es dueño del gobierno; yo no soy dueño del gobierno. El gobierno es del pueblo«.
Máximo se sumó a las críticas
Durante la realización del Plenario Rama Sindical del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, el diputado nacional y presidente del PJ bonaerense Máximo Kirchner también se encargó de «atender» a Guzmán. El principal punto de conflicto en la puja dentro de la coalición gobernante se centra hoy en la continuidad del ministro de Economía.
Con las expresiones del primogénito de la vicepresidenta Cristina Fernández, quien preguntó en su alocución respecto de una teórica renuencia de Guzmán a intervenir en las diferencias políticas, el ex presidente del bloque de diputados del Frente de tTodos compartió su inquietud con los asistentes al evento: «¿Cómo que no se involucra en pujas de poder?».
El acto que fue tribuna
Hebe de Bonafini, por su parte, no se privó de dar su parecer con el estilo que la caracteriza. En el marco del acto por la conmemoración de los 45 años de las Madres de Plaza de Mayo, la referente de la lucha por los DDHH definió a Guzmán como «un descarado, un hijo de buena madre; parece un ministro de los yanquis» y agregó «a veces me da ganas de tenerlo cerca para trompearlo«.
Para cerrar, Cristina Fernández dejó deslizar una crítica por elevación (y de manera sutil) contra el presidente, a través de la herramienta más efectiva para comunicar su parecer ante las diversas cuestiones políticas que se suceden en el país y el mundo.
A partir de un hilo relacionado con la visita de Pilar del Río, periodista y esposa del escritor portugués José Saramago, a la casa de la militante peronista, como ella misma se define en la descripción en su perfil de Twitter, la Vicepresidenta habló de legitimación de un gobierno tomando como ejemplo el inicio de la gestión del fallecido Néstor Kirchner, comparándola, sin mencionarlo, con la gestión de Alberto Fernández.
