“Conocen las notas y quieren tocar el ritmo. Pero no suenan a nada”. Para Anthony Wonsey a Europa le falta sentir más sobre jazz.

Hasta el domador de la trompeta, con 20 trabajos discográficos en la espalda y un Grammy, Nicholas Payton, se reservó un elogio para Anthony Wonsey. “El toque de Anthony Wonsey en el piano es insuperable”. Para dimensionar al personaje, a veces, bien vale conocer el entorno. 

La noticia tiene ligazón con el Bebop donde este próximo fin de semana, el pianista afroamericano se presentará con el bajista Lonnie Plaxico y el baterista Carmen Intorre. Además, uno de los bastiones de la escena local estará junto a él: Mariano Loiácono.

“Para mí el músico más importante de una banda es el bajista. He tenido la oportunidad de tocar con grandes bajistas como Christian McBride, Dave Williams, Charnett Moffet, Milt Hinton. Y entonces aprendí que con un buen bajista puedo tocar lo que se me viene a la cabeza. Por eso quería tocar con Lonnie. Porque él tiene un bagaje musical muy grande”, destaca.

Wonsey, también tuvo tiempo para apuntalar cómo es necesario integrarse a la idiosincrasia de cada lugar para causar efecto en el público: “Es algo que no se estudia en los libros ¿sabes? Te cuento algo. Yo tengo una amiga argentina que toca el piano. Ella no es profesional, pero sabe tocar. Un día me enseñó algunos temas de música argentina. Y yo me senté al piano para hacerlos. El ritmo me resultaba fácil y conocía los acordes. Pero ella todo el tiempo me decía: “Eso no es así. Eso no está bien. No te sale”.

Luego añadió: “Y si bien yo toco mejor que ella, nunca alcancé esa cercanía que pedía la música y que ella sí tenía. ¿Por qué? Porque me estaba metiendo en una cultura que no era la mía y no había tenido tiempo suficiente para conocerla como debía. Eso lo vemos con muchos europeos que vienen a tocar acá. Gente que solo ha estudiado de los libros. Conocen las notas y quieren tocar el ritmo. Pero no suenan a nada”.

Y culmina: “Yo he tocado con músicos de todas partes del mundo. Muy buenos músicos. Pero los que realmente tocan bien jazz son muy pocos. Porque muchas veces pasa que, aunque les guste la música negra, no les gusta la gente negra. No respetan a la gente negra. Y eso se advierte en su música”.

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