Corrientes: un desastre ecológico, agropecuario y económico

Mientras los incendios en la provincia de Corrientes avanzaban con crudeza, el ministro de Medioambiente se encontraba de gira con el presidente Alberto Fernández.

Por Gastón Dufour

Los animales escapaban sin saber adónde ir; la gente combatía cuerpo a cuerpo las llamas, y los equipos de bomberos voluntarios no daban abasto para enfrentar los diferentes focos de incendio, los que se esperaba se extinguieran de manera más rápida con la llegada de las lluvias que se prometían. 

Parece hace mucho, pero fue apenas el mes pasado, en febrero.

Con el 10 % de la provincia incendiada, las pérdidas fueron cuantiosas y la gente que perdió lo poco que tenía esperaba de las autoridades que cumplieran con el rol para el que han sido elegidos.

En paralelo, la lluvia finalmente llegó y generó una oportunidad de enfriar la zona y minimizar la propagación de los focos. A la vez entró aire fresco y estable, a pesar de la caída de apenas 4 mm de lluvia que provocaron la esperada humedad que sirvió para que el fuego tuviera mayor dificultad para avanzar.

Mientras el responsable del área, Juan Cabandié, se desligaba de su responsabilidad y respondía con excusas débiles e increíbles como culpar a la gobernación de la provincia y su teórico pedido de “ayuda tardía”, el youtuber Santi Maratea realizaba una campaña en las redes y entre la noche de un sábado y la mañana del siguiente superaba ampliamente el objetivo que se había propuesto y lograba recaudar más de 100 millones de pesos para ayudar a los damnificados. 

En paralelo el gobernador de la provincia, Gustavo Valdes indicaba que entendía que los incendios intencionales habían sido hechos aislados. “La justicia correntina está haciendo una investigación profunda y entendemos que los hechos descomunales necesitan multiplicar los recursos normales por 20 y 30, y decidimos declarar zona de desastre” amplió. También le solicitaba asistencia al gobierno de los Estados Unidos,  según informó la máxima autoridad de la provincia.

De todo estos no ha pasado ni un mes.

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