¿Cuál es el origen de los colores de los semáforos?

Previamente los colores rojo y el verde ya se utilizaban en las vías ferroviarias dado a que eran colores intensos y visibles.

El primer semáforo se implementó al 10 de diciembre de 1869, en Londres. Esta herramienta que ayuda a coordinar el tránsito, que actualmente es muy necesario para gestionar la cantidad de coches y peatones que se mueven por las ciudades. Este se inspiró en las lámparas de gas que ya se utilizaban en las vías ferroviarias.

El británico John Stopper, era un ingeniero mecánico, que se propuso a colocar dos lámparas de gas, una verde y otra roja, para que pudiera verse en la oscuridad. De hecho, estos colores ya se utilizaban en las vías ferroviarias debido a su intensidad y visibilidad.

Ya en 1910, el ingeniero Vicent Siener llevó a cabo mejoras en el semáforo de Peake Knight: realizó un modelo con las palabras stop (detenerse) y proceed (proceder). La ventaja es que el semáforo tenía la capacidad ser accionado o desactivado a propósito por la policía, para casos de emergencias. Hay que resaltar que esta invención nunca fue expuesta.

Las tres luces en la actualidad organizan el tráfico urbano de todo el mundo. Se finalizaron cuando, en 1914, el oficial de policía americano Henry Porter añadió el color naranja, como etapa de transición entre movimiento y detención, en un semáforo de la ciudad de Cleveland.

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