¿Cuánta sangre posee el cuerpo humano?

La sangre es esencial para la vida, y circula por nuestro cuerpo transportando sustancias esenciales como el oxígeno y nutrientes a las células y tejidos del cuerpo, además de desechos metabólicos para su eliminación.

¿Sabías que tenemos la suficiente sangre en nuestro cuerpo como para llenar casi una jarra de leche de 4 litros? De hecho, se calcula que, el adulto promedio, posee entre 4,5 a 5,5 litros de sangre circulando en el interior de su cuerpo. Aunque esta cantidad varía dependiendo de la etapa de la vida en la que nos encontremos, y de nuestro género. Por ejemplo, el hombre suele tener entre 4,25 y 5,67 litros, mientras que la mujer tiene alrededor de 4,25 litros.

No obstante, cuando somos niños no tenemos la misma cantidad de sangre que en la etapa adulta, especialmente hasta que cumplimos los 5-6 años de edad. Debido principalmente a que los niños tienen un tamaño más pequeño, y a que sus huesos, músculos y órganos tienden a no pesar tanto, su sangre constituye un porcentaje muchísimo mayor de su peso corporal, en comparación con los adultos.

¿Y qué ocurre con las donaciones de sangre?

Cada vez que un adulto dona sangre, se obtienen cerca de 450 ml de sangre, que contiene tres componentes básicos: hematíes, plasma y plaquetas, además de glóbulos blancos. Pero, aunque podamos querer donar cada día, o cada semana, lo cierto es que debemos tener cierta paciencia: los glóbulos rojos tienen una vida útil de alrededor de 120 días, y la médula ósea los produce constantemente. 

Sin embargo, su regeneración todavía lleva bastante tiempo, de ahí que no sea posible donar con tanta frecuencia. Es necesario esperar a que la sangre se recupere del todo, lo que suele tomar aproximadamente entre 4 a 6 semanas. Así, en nuestro país los hombres pueden donar hasta 4 veces al año, y las mujeres hasta 3 veces, con un intervalo mínimo de 2 meses entre cada donación.

En los adultos, la sangre contiene alrededor de 3 litros de plasma, además de glóbulos rojos, plaquetas y glóbulos blancos. Mientras que los electrolitos, las vitaminas y otros nutrientes acaban disolviéndose en la sangre, y son transportadas finalmente tanto a las células como a los diferentes órganos del cuerpo.

No obstante, destaca principalmente la presencia del hierro, uno de los elementos más abundantes en la sangre, el cual es sumamente esencial a la hora de ayudar a que los glóbulos rojos puedan mantener su forma circular, posibilitando la formación de la hemoglobina, que es una proteína de los glóbulos rojos que permite el transporte del oxígeno a los diferentes tejidos del cuerpo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *