Cumbre de las Américas 2021: polémicas por las invitaciones, muchas críticas y posibles ausencias

Seguridad Nacional y el Departamento de Estado debaten la invitación a Maduro ante la posibilidad que la cumbre se caiga. Bolsonaro evalúa no asistir.

La hoja de ruta de la cumbre de las América no está definida y aún las invitaciones no llegaron a las delegaciones, sin embargo, hay un planteo que toma fuerza de parte de los gobiernos de Argentina y México. “Queremos una cumbre sin exclusiones”, coinciden Alberto Fernández y Andrés Manuel López Obrador en referencia a la posible no invitación de la Casa Blanca a Cuba, Venezuela y Nicaragua, los tres países que están fuera del radar de prioridades y simpatía de Estados Unidos. 

El gobierno argentino lo viene sosteniendo hace meses. El Canciller, Santiago Cafiero, pidió evitar ese tipo de exclusiones, tanto en la Cumbre de las Américas como en el G20 con la intención de expulsar a Rusia. Alberto Fernández quiere que la Celac sea el mecanismo de inclusión y negociación con Washington y espera un saldo favorable. 

 AMLO hizo un viaje por Centroamérica que rompe con su habitual agenda doméstica y, si bien el tema central fue el flujo migratoria,  expone su voluntad de mediar con los “excluidos de Washington” sobre todo en Cuba donde, ante Díaz-Canell, se comprometió a insistirle a Joe Biden en que no se excluya a ningún país. “Que las autoridades de cada país decidan libremente si asistan o no a dicho encuentro, pero que nadie excluya a nadie”, señaló. 

En el caso de Venezuela, Estados Unidos ha dado pasos importantes en el largo y complejo proceso de normalización de las relaciones diplomáticas con Caracas y, si bien está enfocado en la producción y venta de petróleo, fuentes cercanas al diálogo entre ambos países no descartan que Biden tome la decisión de invitar a Maduro. “Tanto Biden como Maduro están en un equilibrio fino. Se reúnen las comitivas, se da luz verde para la explotación de petróleo de Chevron pero luego tienen que tensar. El chavismo recibe a un ministro de iraní y Washington sigue mostrando niveles de apoyos relativos a la oposición venezolana”, sintetizó. 

La presidencia de Biden favorece a Maduro #Opinión #JesúsSilva - La Razón

Estados Unidos no ve con malos ojos que la Celac en general y Argentina en particular, sea su interlocutor con la región en tanto y en cuanto esto signifique la posibilidad de volver a consolidar su liderazgo regional. 

No obstante, Biden tiene que sortear la interna en su propia administración respecto al endurecimiento o no en la relación con Venezuela con quien se abrió un frente clave de negociación en medio de la guerra en Ucrania. Fuentes muy cercanas a Washington confirman que la disputa es entre el Consejo de Seguridad Nacional que lidera Jake Sullivan y Antonhy Blinken, del Departamento de Estado. 

La pelea en realidad es entre sus segundos, Juan González, principal asesor para América latina y el Caribe, y Brian Nichols, quien ostenta el mismo cargo para la región pero dentro del Departamento de Estado.

 González es uno de los promotores del avance en el vínculo con Caracas y, por consecuencia, está a favor de la invitación a Los Ángeles, mientras que Nichols es un funcionario de carrera que se resiste, a pesar de la postura un poco más flexible de Blinken.

La diferencia entre Seguridad Nacional y Departamento de Estado también está vinculado con que el primero siempre fue un espacio de mayor “audacia político” y el otro se aferra a cuestiones diplomáticas. “El único que lo resolvió eso fue Kissinger, que tenía los dos cargos al mismo tiempo con. Nixon”, destaca. 

La primera línea del Consejo de Seguridad Nacional ( Jake Sullivan, Juan Gonzalez, entre otros) son partidarios de descomprimir la presión pero la pelota está en manos del ala diplomática del Departamento de Estado y los representantes con bases conservadores  cubano-americana que frenan toda posibilidad de negociación y podrían traerse problemas a Biden en un escenario de empate en el Senado y leve mayoría en la Cámara de Representantes. 

En este marco, a la amenaza de AMLO para bajarse se suma la posibilidad de que el presidente de Brasil no asista, en este caso no por solidaridad con Cuba, Venezuela y Nicaragua sino gesto no alineamiento con Washington que podría hacer caer la realización de la cumbre. 

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