¿De dónde proviene la niebla?

La niebla no es más que aire saturado de vapor de agua. Éste comienza a condensarse cuando alcanza lo que los meteorólogos denominan el punto de rocío. Recordemos que este valor define la temperatura a la que debe ser enfriada, a presión constante, una masa de aire para que resulte saturada.

Las gotas recién formadas son demasiado ligeras y pequeñas para precipitarse, lo que propicia la aparición de una nube a nivel del suelo. Es la niebla. Una condición indispensable para su aparición, aparte del punto de rocío, es que en el aire existan núcleos de condensación. Se trata de motas de polvo, partículas de humo y otros diminutos inquilinos atmosféricos que sirven de soporte material a las gotas de agua.

Sin ellos, el vapor de agua no condensa, aunque se alcancen las condiciones de saturación. Las causas de la aparición de la niebla son variadas, aunque siempre se rigen por el mismo principio. Por ejemplo, surge cuando el suelo se enfría mucho por la noche y enfría a su vez la capa de aire húmedo más próxima a él, provocando saturación; y cuando una masa de aire cálido se desplaza sobre un terreno frío o una corriente oceánica gélida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *