El albertismo busca frenar a Manzur: creen que está preparando una candidatura para 2023

Tanto el entorno como de Alberto Fernández como de Sergio Massa ven con malos ojos que Manzur utilice su buen desempeño como Jefe de Gabinete para candidatearse junto a Cristina en 2023.

Juan Manzur aterrizó en el gobierno nacional para sacar las papas del fuego después de la peor derrota de la historia del peronismo. Sólo un par de días le bastaron para modificar esa imagen, y las primeras encuestas empiezan a demostrar una leve suba en la imagen del gobierno, especialmente tras anunciar el levantamiento de las restricciones sanitarias.

“El gobernador”, como le dicen internamente en el Frente de Todos, no vino a ser un secretario del presidente, si no que fue ungido por Cristina Kirchner como una suerte de primer ministro preparado para tomar las riendas del gobierno y pasar a Alberto Fernández a un segundo plano.

Su llegada encendió las alarmas en las cercanías de Alberto Fernández, no solo por desplazarlo en el Ejecutivo nacional si no porque todavía está convencido que él va a ser candidato en 2023 para reelegir con el peronismo unido atrás suyo.

Juan es un turco pícaro y ambicioso, pero está corriendo un riesgo demasiado alto”, advirtió una persona cercana al presidente ante la consulta de cuál es el proyecto de Manzur como Jefe de Gabinete.

Y es que Manzur arrancó su gestión como jefe de Gabinete poniendo quinta. Prácticamente lo corrió de escena al jefe de Estado. Él hizo el anuncio del “fin de la cuarentena”, les dio las órdenes a los ministros que estaban acostumbrados a trabajar directamente con Alberto y anunció que va encabezar reuniones de gabinete todas las semanas, algo que Cafiero rara vez hacía.

u agenda es inagotable. Este miércoles recibió a su par bonaerense, Martín Insaurralde, en la Casa de Gobierno, para ponerse en sintonía tras el desembarco de ambos en la administración. El encuentro fue para “ordenar y planificar el trabajo conjunto entre el gobierno nacional y provincial con el objetivo de fortalecer las políticas de producción y creación de empleo”, consignó el parte oficial de la provincia.

En el entorno del presidente hay inquietud e incomodidad, porque en pocas horas Manzur le intervino el Gobierno y no desmiente sus pretensiones presidenciales. Tampoco les agrada la estrategia del jefe de Gabinete de excluir o reducir sustancialmente las apariciones públicas del presidente de la campaña electoral que reanudará en octubre.

“A Alberto podés descalificarlo o ridiculizarlo. Lo que no acepta es que le saquen el micrófono. Su adicción mediática es su talón de Aquiles, dijeron hace poco en un mitín del Frente de Todos.

Pero no solo al albertismo molesta el alto perfil que está adoptando Manzur. Sergio Massa, quien tiene unas muy públicas ganas de ser candidato en 2023 si Alberto no se presenta, entiende que Manzur le frustra sus intenciones políticas. Lo mismo le ocurre a Máximo Kirchner, quien no estaba de acuerdo con el pacto que hizo su madre y también ve a Manzur como un adversario que puede sacarle poder en el kirchnerismo.

No es secreto para nadie que todo el universo peronista siente mucha más empatía y confianza hacia Juan Manzur que hacia el volátil Alberto Fernández o la soberbia despectiva de Máximo Kirchner. Sin embargo, varios son los que temen que haya mostrado demasiado rápido su juego y termine eyectado.

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