El fuego continúa: Fernando Samartin lo hizo otra vez

El artista que se pone en la piel de Sandro volvió a deslumbrar en su último show, acompañado por quienes fueron los músicos del Gitano.

Por Vanesa Preli y Gabriela Composto

El Gitano nunca se fue y Roberto Sánchez, más conocido como Sandro, volvió a su mítica casa –el Gran Rex– para reencontrarse con un público fiel, que tras 10 años de su partida no lo abandona. Y de eso se trató el show que dio el multifacético artista Fernando Samartin, ganador de un premio ACE y un Premio Hugo como Revelación por la comedia musical que lo tuvo como protagonista, «Por Amor a Sandro»

El artista detrás de Sandro

Samartin recorrió con su música los escenarios más prestigiosos del país (Gran Rex, Teatro Ópera, Luna Park), y algunos de los lugares más emblemáticos de Latinoamérica, como el Teatro Caupolicán y Nescafé de las Artes, en Santiago de Chile, Conrad de Punta del Este y Melico Salazar de Costa Rica, como invitado de la prestigiosa Orquesta Filarmónica. 

Su virtuosismo la paseo además por programas del prime time como «Showmatch», Susana Giménez, el especial de los años de «Almorzando con Mirtha Legrand»; los musicales de «Solamente Vos» con Adrián Suar y Natalia Oreiro, «Animales Sueltos» y muchos más. 

Interpretó dúos con amigos de Sandro y destacadas figuras de la música nacional como Palito Ortega, Patricia Sosa, Jairo, César Banana Pueyrredón, Juan Carlos Baglietto y Chico Novarro. Sin embargo, detrás de Sandro, del Gitano, de ese fuego, está Samartin. 

Jamás pensó que «el camino iba a ser por ahí», porque comoél mismo cuenta «a mí siempre me gustó Queen en mi adolescencia, y lo más cercano que tuve fue una banda tributo, ‘Dios Salve a la Reina’. Entonces yo planteo lo mismo: mi público quiere ver un show mío y no de Sandro, siempre traté de armar los shows de acuerdo a lo que a mí me gusta, soy un público jodido», afirma Fernando, mientras reflexiona cómo fueron sus comienzos con el Gitano.

Fernando Samartin caracterizado como Sandro. Foto: prensa y promoción del artista.

Si bien una de sus tías era una de las nenas del cantante, a él llegó cuando un amigo compró el disco de rock «Sandro por Sandro» y queda fascinado por su estilo glam rock y teatral. Hasta ese momento, para él, Sandro era solo un señor que les cantaba a las señoras mayores y que ellas le tiraban bombachas en agradecimiento. 

En esa época ya arrancaban los recitales de «35 años de Amores y Pasiones» que Sandro lanzó en 1998 y que de alguna manera volvía a ponerlo en el auge con sus posteriores 40 funciones exitosas en el Gran Rex, superando a Soda Stereo.  

«Un día yo estaba dibujando en la mesa de la cocina y enganché en la tele la peli ‘Operación Rosa Rosa’, donde recreaban un recital de él, y ahí penñse ‘hay algo que me estoy perdiendo’ y vi que había una conexión con las bandas que escuchaba. Y me dije: ‘Quiero hacer esto’. No sabía cómo arrancar, en mi familia no hay músicos. Empecé a investigar todo esto y hablé con un amigo que estudiaba teclado. Me puse a estudiar, me salió un show de la nada y así empecé».

Fernando comenta que en esos años era difícil buscar material de archivo, había que ir al Parque Rivadavia, en Caballito, a conseguir los VHS de algún recital perdido, como el del Luna Park. «Gracias a Sandro, porque me hizo conocer un oficio bello que es poder cantar, me hizo entrar a una fiesta a la que nunca me iban a invitar» comenta, emocionado.

Fernando Samartin en pleno show. Foto: @alepalaciosfoto.

Sandro, el ídolo eterno

Fernando señala que la ceremonia de «las nenas de Sandro» aún perdura hasta la actualidad. «Sandro tiene que ver con un santo latinoamericano, como una ofrenda. A mí me traen comidas, me tiran bombachas, me incomoda, pero a Sandro no».

Es como un santo pagano sin milagros, como «un patrono de la música romántica que parece a su vez un arcano del tarot y siento que no puede faltar porque lo necesitamos como Freddie Mercury o Gilda».

Samartin cree que la música de Sandro jamás envejeció y que de alguna manera les sirve de inspiración a las jóvenes generaciones que ahora, con el trap y el reggaetón, deberían observar el estilo disruptivo del Gitano , en contra del sistema. Un Sandro urbano y adelantado de su tiempo. Y en cuanto a ídolos populares, ya tiene un próximo proyecto: quiere protagonizar la vida de la cantante y actriz Chavela Vargas, una luchadora de la libertad y los derechos LGTB.

El saludo final con la bata característica del Gitano. Foto: @alepalaciosfoto.

La previa del show

«Me llena de orgullo cuando alguien me dice que empezó a escuchar a Sandro por mí« afirmaba Fernando mientras esperaba su show, que se realizó con una puesta en escena de la que formaban parte detalles muy minuciosos que los fans supieron reconocer. Como Clara Ballestero, cantautora y nieta de Oscar Anderle –el histórico manager de Sandro y coautor de todos sus hits– quien hizo de telonera. Y Matías Santoianni, alguna vez elegido partenaire por el propio Roberto Sánchez para coprotagonizar los espectáculos «El Hombre de la Rosa» y «La Profecía», donde se desempeñó como maestro de ceremonias dándole su toque mágico, emotivo y humorístico al show.

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