El negocio de los sellos partidarios: presentar una lista bonaerense te asegura al menos $17 millones

Cada agrupación que se anotó en Buenos Aires recibirá ese monto solamente para imprimir boletas, sin importar su desempeño anterior; se inscribieron 234 fuerzas en todo el país

Tener un partido político es un negocio por demás lucrativo, sobre todo en tiempos electorales. No implica mayor costo y, si cumple los mínimos estándares legales, cuenta con financiamiento público asegurado, aunque coseche pocos votos. Esto explica la proliferación de fuerzas políticas –este año se presentaron 234 agrupaciones en todo el país con candidatos a diputados y senadores– que percibirán del Estado millonarios aportes para la campaña y la impresión de boletas.

Para dimensionar lo suculento del negocio basta un ejemplo. En Buenos Aires, el mayor distrito electoral, se presentaron nada menos que 23 agrupaciones para competir en las elecciones primarias de septiembre. Cada una de ellas recibirá $17.062.377 solo para imprimir sus boletas. Si consiguen superar la valla de las PASO, el monto se engrosa de manera considerable porque, según la última ley de financiamiento político, el Estado pagará el equivalente a dos boletas y media por cada elector, por lo que cada agrupación recibirá la friolera de $42.655.943 millones para imprimir sus boletas para las elecciones generales de noviembre.

Esta erogación, sin embargo, podría ser aún más grande y alcanzar cifras escandalosas si, como dispuso la Corte Suprema el año pasado, el Estado decide financiar la impresión de las boletas de cada uno de los precandidatos que compitan dentro de un mismo frente. El máximo tribunal, al dejar sin efecto un fallo de la Cámara Nacional Electoral, estableció que, por ejemplo en Santa Fe o en Córdoba, donde Juntos por el Cambio compite con cuatro listas en estas primarias, el Estado deba pagar la impresión de las boletas de cada una de esas nóminas. De acatar este fallo, el Ministerio del Interior debería desembolsar, en el caso de Córdoba, casi $4 millones a cada precandidato.

Esta erogación millonaria –cuestionable en medio de la crisis económica– podría ser muchísimo menor si, como recomendó la Cámara Nacional Electoral y alentaron –sin éxito– numerosas ONGs, se instrumentara la boleta única electoral. Sin embargo, el oficialismo no quiso avanzar en esta iniciativa como tampoco lo hizo, en su momento, el gobierno de Mauricio Macri que, obsesionado en aplicar la boleta única electrónica en todo el país, ignoró esta alternativa.

En definitiva, ser titular de un partido político asegura ingresos seguros por parte del Estado más allá de su desempeño electoral. Esto explica la proliferación de fuerzas políticas en la Argentina: según datos oficiales de la Justicia Electoral, en la actualidad hay 44 partidos políticos de orden nacional y nada menos que 676 partidos de orden distrital.

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