“Estamos viviendo un momento transexual donde la cultura premia la masculinizacion de la mujer y viceversa en el hombre”. Agustín Laje, su mirada, el fenómeno y una sala llena.

El politólogo Agustin Laje fue el protagonista de una nueva jornada en la 47ª edición de la Feria del Libro. Generación Idiota fue el motivo para llenar la sala José Hernández. Además de Batalla Cultural, otro de sus trabajos que pone en cuestionamientos a la sociedad moderna.

“No esperaba este recibimiento. Soy una persona bastante pesimista. Les cuento un secreto: el salón estaba cerrado a la mitad con una cortina pero la cortina se tuvo que abrir”, reveló Laje al iniciar la charla, dejando entrever el éxito de su convocatoria.

El presidente de Fundación Libre evocó sus últimas visitas en Perú y Colombia: “En Lima estuve siete horas firmando libros sin parar y en Bogotá fuimos parte del evento más grande de la feria, con 3.000 asistentes”.

La introducción fue llevada a cabo por el propietario de La Nueva Provincia, un periódico de Bahía Blanca, quien señaló: “Agustín se asume como un portavoz de la nueva derecha, lo que no es políticamente correcto. Quién iba a imaginar que este chico que escribió artículos para La Nueva Provincia se iba a convertir en este fenómeno que es Agustín Laje”.

“Al nuevo libro le puse el titulo Generación idiota para ver cuantos idiotas lo criticaban sin haberlo leído…y fueron bastantes”, provocó Laje.

Para Laje ,“estamos viviendo un momento transexual donde la cultura premia la masculinizacion de la mujer y viceversa en el hombre”. Acto seguido se posó sobre la figura artística de Bad Bunny: “El tipo siendo heterosexual debe comportarse como mujer para verse representado en los medios hegemónicos”.

En esa dirección, precisó: “Cuanto menos femenina la mujer, más destacada por los dispositivos culturales”, y citó la letra de la última canción de Shakira con Bizarrap: “Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”.

El politólogo retrata que Generación Idiota “trata sobre un problema generacional. Niños que, antes de tiempo, viven una vida adolescente y adultos bailando por Tik Tok. Hay una obsesión por la sexualidad de los niños, una insistencia sexual para con los niños: Los queremos adolescentes sexualizados antes de tiempo”.

“La misión de la modernidad consiste en desligarse de la tradición. Ya no existe como fenómeno cultural nacer católico y morir católico. Nacer hombre y morir hombre. Hoy nadie sabe de qué van las fechas patrias. Solo se sabe que es un muy buen día porque no vamos a trabajar”, afirmó Laje. 

“El desprecio por el pasado se ve en la destrucción de los monumentos y edificios emblemáticos. Hemos perdido la religión, hemos perdido la nación, hemos perdido el sexo, hemos perdido la clase”, concluyó.

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