El escultor, pintor y dibujante colombiano, radicado en Italia, será homenajeado en su país.
Por Guillermo Tagliaferri
Un 19 de abril de 1932 nació en Medellín quien se convertiría en el artista plástico más admirado y reconocido de Colombia y que trascendería las fronteras de su país. Hoy 19 de abril de 2022, el escultor, pintor, escultor y dibujante Fernando Botero festeja sus 90 años.
Y en Colombia se repiten los homenajes, que se extenderán durante toda la semana, con exposiciones, muestras, conferencias, visitas guiadas, proyecciones audiovisuales y actos. Las principales actividades son organizadas por el Museo Botero, el Museo de Antioquia y la Universidad del Rosario de Bogotá.
La Universidad del Rosario, tradicional institución educativa ubicada en Bogotá, acaba de concederle a Botero la Orden del Fundador al Mérito en Artes y Creación, en conmemoración con sus 90 años.
Mientras tanto, Botero festejará en la intimidad junto a su familia, en su residencia situada en la localidad italiana Pietrasanta, en la provincia de Lucca, en la Región de Toscana.
«Él está muy contento con las celebraciones que le van a hacer en Medellín y en otras ciudades del mundo. Está muy honrado con el afecto y la admiración de tantas personas alrededor del mundo y muy complacido de llegar a los 90 años con tanto reconocimiento» manifestó Fernando Botero Zea, uno de los tres hijos del célebre artista.
Cuerpos voluminosos, su sello distintivo
El excesivo, desproporcionado y abundante volumen de los personajes de sus obras, exhibidas en distintos países, son un clásico de Botero. Desde muy pequeño Botero mostró afición por el dibujo y en su adolescencia realizó sus primeros trabajos ilustrando las páginas de un diario de Medellín. Siguieron los cuadros, ya radicado en Bogotá, y definiendo su estilo, además de involucrarse en la temática social y política.
Premios, reconocimiento y crecimiento
Sus obras empezaron a cosechar premios y reconocimientos. Perfeccionarse en el exterior, Europa, México y Estados Unidos, le permitió ampliar su crecimiento artístico. Sus exposiciones se pasearon por los museos y salas de arte más importantes de todo el mundo.
Sus cuadros, dibujos y esculturas se venden o subastan en cifras millonarias. Pero Botero también donó muchas de sus producciones a museos de su país y del extranjero y a ciudades para que las emplacen en lugares públicos.
Botero, en Buenos Aires
La capital argentina también disfruta de las obras del artista colombiano. En el Parque Thays luce el monumento «Torso Masculino Desnudo», donado por Fernando Botero a la Ciudad de Buenos Aires en 1994.
Esa escultura fue una de las siete exhibidas en plazas y parques del barrio de Recoleta, en abril de 1994. «Maternidad», de 2 metros de altura y 800 kilos de peso, «Mujer Reclinada» y «Mano izquierda» fueron algunos de los otros monumentos de aquella exposición al aire libre. «Torso Masculino» se quedaría para siempre.
El Museo Nacional de Bellas Artes exhibió en tres oportunidades (1994, 2006 y 2013) una serie de 50 dibujos en tela y en papel, de la colección personal de Botero realizados entre los años 1973 y 2011.
«En estas obras Botero utiliza acuarela, lápiz, pastel, tinta y carbonilla tanto sobre papel como sobre tela. Se destaca trabajando con sanguina sobre tela, técnica poco utilizada por los artistas y que requiere una destreza y maestría excepcionales», destacaron, en 2013, desde el MNBA.
Botero en Mar del Plata
El Paseo Aldrey, centro comercial y cultural de Mar del Plata, también presume de tener una escultura de Botero. «La dama reclinada« es la segunda escultura del artista colombiano que se encuentra en la República Argentina. Instalada en el patio de ingreso, desde 2015 es otro punto de atracción de la Ciudad Feliz.