Finalizan la despedida de Diego Maradona en una ceremonia íntima

El “10″ fue enterrado junto a sus padres Don Diego y Doña Tota en el cementerio jardín de Bella Vista.

Los restos de Diego Armando Maradona fueron enterrados este jueves al atardecer en el cementerio Jardín de Bella Vista, junto a los de sus padres “Don Diego” y “Doña Tota”.

Luego de una caravana popular de 40 kilómetros entre la Casa Rosada y el Jardín Bella Vista, y una jornada caótica en la Casa Rosada, se llevó a cabo una ceremonia íntima con sus familiares y allegados.

Sus hermanos Ana, Rita, Elsa y Raúl, sus hijas Dalma, Giannina, Jana y Diego Fernando, su exesposa Claudia Villafañe, su expareja Verónica Ojeda, su sobrino Daniel Líopez Maradona, su exrepresentante Guillermo Cóppola, el embajador de Italia en la Argentina, Giuseppe Manzo, y supervisando el acto de sepultura el ministro de Seguridad, Sergio Berni, fueron los más conocidos concurrentes a ese momento final.

Alrededor de 40 personas asistieron a esa ceremonia privada. El féretro con los restos de Diego fueron llevados a mano a través del parque hasta su morada final, situada a la vera de la tumba de su madre, Dalma Franco“Doña Tota”, y muy cerca de la de su padre, Don Diego Maradona.

El velatorio público terminó cerca de las 17 luego de que se registraran graves incidentes en la Casa Rosada. La idea inicial era que el cortejo fúnebre transitara por la avenida 9 de Julio hasta la subida de la autopista 25 de mayo Acceso Oeste para las personas que vinieron a despedirse del ídolo argentino y no pudieron acceder a la capilla ardiente.

Sin embargo, cambiaron el recorrido y Maradona fue trasladado por una cápsula de seguridad por Avenida Paseo Colón, autopista 25 de Mayo, Perito Moreno, Acceso Oeste, Camino del Buen Ayre y calle Roca hasta el Cementerio Jardín de Bella Vista.

Diego falleció el miércoles a los 60 años y fue velado en la Casa Rosada con la presencia su familia, un pequeño círculo íntimo y miles de fanáticos que quisieron despedirlo.

Desde el miércoles a la noche una multitud se acercó hasta la Plaza de Mayo para pasar la noche y aguardar la apertura de las puertas del salón donde reposó el ídolo. Con el correr de las horas, más y más gente se agolpó en torno a la Casa de Gobierno para intentar ingresar, y se generaron numerosos incidentes.

La situación se desbordó y la gente comenzó a entrar a la fuerza a la Casa Rosada. En un momento, cientos de personas irrumpieron en el “Patio de Las Palmeras” durante el velorio y se refrescaron con el agua de la fuente.

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