Hacer bicicleta en la oficina ayuda a mejorar la atención

Ideas para mejorar la salud – y la productividad- de las personas que pasan largar jornadas laborales sentadas.

En la lucha contra el sedentarismo de la población hay prácticas que llaman la atención. Nos centramos esta vez en la práctica del ciclismo en las «bicicletas escritorio», que son una especie de adaptación de mesas de despacho a las que se ha añadido una bicicleta estática o unos pedales en su parte inferior. El objetivo de esta práctica es mejorar la salud de aquellas personas que se pasan horas y horas sentadas en la oficina.

Así, una pregunta que surge casi inmediatamente es si los trabajadores serían igual de eficientes pedaleando que sin pedalear. Para resolver esta cuestión Tine Torbeyns, de la Vrije Universiteit Brussel en Bélgica y varios colaboradores de diferentes países del mundo han realizado un estudio cuyo objetivo era analizar la eficiencia de los trabajadores que practicaban ciclismo estático en la oficina.

En el experimento participaron un total de 23 personas a las que se realizó una evaluación a través de varios test de memoria verbal, atención selectiva (inhibición de información irrelevante) y atención sostenida en el tiempo. Además se realizaron registros de la actividad eléctrica cerebral mediante electroencefalografía mientras pedaleaban sentados al escritorio.

Los resultados de la investigación, publicados recientemente en la revista PLoS ONE (2016), mostraron que el rendimiento de los participantes era semejante tanto si pedaleaban como si no en tareas como teclear en el ordenador, recordar palabras en la prueba de memoria, o en las tareas de atención sostenida y selectiva. Sorprendentemente, cuando los participantes estaban pedaleando, se observó que el tiempo de reacción en las tareas de atención era más corto, esto es, reaccionaban más rápido ante la información. En las ondas cerebrales medidas con la electroencefalografía no hubo cambios.

Los autores concluyen que pedalear en el despacho no solo no parece disminuir el rendimiento en las capacidades como la memoria ni el tecleado, sino que parece que influye positivamente en la velocidad de respuesta necesaria en tareas de atención. Esta es otra prueba más de los efectos positivos del ejercicio físico sobre el funcionamiento cerebral.

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