Homenaje al papa Francisco: los directivos del oficialismo y la oposición se reunieron en la Catedral de La Plata

La conmemoración estuvo a cargo del arzobispo «Tucho» Fernández. Formaron parte del homenaje Axel kicillof acompañado de todo su gabinete. La Iglesia está preocupada con la violencia política que existe actualmente.

Fueron convocados por uno de los arzobispos más cercanos al Papa, Víctor Manuel «Tucho» Fernández. En primera fila estuvo sentado el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, con parte de su gabinete. Encabezando otra fila de bancos estuvo el intendente opositor de la Plata, Julio Garro, con legisladores provinciales también opositores. Si bien durante su exposición el arzobispo evitó hablar del tema, al terminar el evento dijo a la prensa que el intento de magnicidio a CFK “fue terrible y angustiante», y agregó que «si ya se saltó ese límite, preparémonos porque lo que se viene puede ser muy jodido».

El homenaje fue convocado por uno de los arzobispos más allegados al Papa, Víctor Manuel «Tucho» Fernández. Axel Kicillof con todo su gabinete se encontraban encabezando la primera fila, en otra fila se encontraba el intendente opositor Julio Garro, acompañado de los legisladores provinciales. Aunque durante el homenaje “Tucho” evitó discutir el tema, al finalizar el evento se topó con la prensa y expresó que el atentado contra Cristina Kirchner “fue terrible y angustiante”,

Quienes conocen al Papa dicen que está muy preocupado por el aumento de la violencia política que se vive en la Argentina en el último tiempo. Además, cuentan que está molesto porque algunos medios locales intentaron desmentir el llamado que le hizo a la vicepresidenta luego del intento de magnicidio y que CFK se encargó de contar cuando se reunió en el Senado con los curas villeros hace un par de semanas. Por otro lado, Francisco también trató de transmitirle su preocupación a los líderes de la iglesia católica local y por eso se están esforzando como institución para juntar a los referentes de los distintos espacios partidarios, intentar bajar el tono a las discusiones y encontrar puntos de unidad.

Según enumera una persona muy cercana al Papa, el llamado de Francisco fue la primera acción, la misa en Luján la segunda, el encuentro en el Senado con los curas villeros la tercera y ahora se suma este evento en la Catedral de la Plata, para intentar calmar las aguas.

 En esta ocasión, el arzobispo Fernández decidió mostrarse vestido de civil y, en lugar de dar una misa, prefirió brindar una especie de «clase» sobre las encíclicas Laudato Sí y Fratelli Tutti del Papa con, incluso, una presentación en Power Point de la que él mismo se encargaba de pasar las diapositivas.

“Hay gente de distintos partidos políticos y eso requiere de un hermoso coraje que queremos ofrecerle al Papa, que tanto habla del encuentro”, dijo para romper el hielo. La catedral, además de contar con la presencia de oficialistas y opositores, se encontraba repleta de trabajadores de los movimientos sociales.

Desde la iglesia católica están tratando de hacer lo que la política parece no poder. Buscar puntos de convivencia pacíficos en medio de una escalada de violencia simbólica y también física. 

El arzobispo llevó adelante él mismo la tarea de convocar a los políticos. «La organización fue muy artesanal», explicó el religioso. Llamó a uno por uno por teléfono insistiendo y discutiendo. Todos tenían sus recaudos: querían saber de qué se iba a hablar y si podían acceder al contenido de la presentación. No fue tarea fácil. Pero, según dijo Fernández, fueron todos a los que les envió invitación. Se enfocó centralmente en los dirigentes de la región. 

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