Hondo pesar por el fallecimiento de Enrique Pinti

El capocómico estaba internado desde principios de mes y falleció en la madrugada del domingo.

Por Florencia Romeo

La muerte de Enrique Pinti, actor, humorista, todo un capocómico, acontecida a las 3.40 de la madrugada, enluta a la escena argentina, que pierde con él a un auténtico hombre de teatro, porque si bien también hizo televisión y cine, sin lugar a dudas su legado quedó en las tablas.

Había nacido en octubre de 1939 en una familia de clase media. Siempre fue un gran espectador de cine y pronto decidió que quería ser actor. Un sueño que pudo cumplir.

Arrancó haciendo teatro independiente, aunque profesional. Si bien también empezó a estudiar Derecho, poco a poco fue dejando la carrera en la medida en que empezó a encontrar su lugar en el ámbito teatral. Trabajaba en la boletería de Nuevo Teatro, cobraba derechos de autor por algunas obras que había escrito y a fines de la década de 1960 consiguió que varias figuras le encargaran guiones: Andrés Percivale y Eduardo Bergara Leumann, entre otros. También escribió los textos de historietas para revistas infantiles.

Como no conseguía el trabajo ni el reconocimiento deseados (tenía ofertas, pero no lo conformaban), optó por escribir e interpretar sus textos: nacía el monologuista que lo convertiría en una personalidad única de la historia del espectáculo argentino. Sus primeros unipersonales fueron «Historias recogidas» y «El show de Enrique Pinti«.

«Salsa criolla«, un parteaguas del teatro argentino

El 15 de marzo de 1985 estrenó «Salsa criolla«, una cabalgata histórica-musical que reseñaba la historia argentina desde la conquista española hasta la actualidad.

Fue vista por casi tres millones de espectadores y se levantó el telón 2998 veces, todo un récord. Verborrágico, sagaz, le criticaban el uso de malas palabras, algo que lo tenía sin cuidado. Simplemente, hacía honor a los orígenes del teatro. Cuesta encontrar una persona con la cultura y el conocimiento de la Historia que tenía Pinti.

Increíblemente, un día se terminó «Salsa criolla», lo que parecía imposible, porque hacía años que estaba en cartel en el Teatro Liceo, aunque retornó para su 30º aniversario. Lo sucedieron, entre otros, «El infierno de Pinti», «Pinti canta las 40» y «Candombe nacional».

Ya reconocido como un actor completo y auténtico animal de teatro, fue convocado para musicales como «Los productores» y «Hairspray».

La televisión y el cine le fueron más esquivos, aunque tuvo pepeles recordados.

En televisión trabajó especialmente como guionista y tuvo participaciones especiales en múltiples programas, desde «La niñera» a «Los Roldán«, pasando por «Showmatch» y «Casados con hijos«.

Intervino en una veintena de películas y entre las más recordadas está su breve papel en «Esperando la carroza» (1985), aunque él destacaba especialmente su trabajo en «Perdido por perdido» junto a Ricardo Darín (1993).

Sus restos serán velados el lunes 28 en el Multiteatro Comafi.

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