La atmósfera de las enanas marrones pueden llegar a albergar vida

Los científicos creen que estas estrellas fallidas pueden ser el hogar de los primeros organismos alienígenas que descubramos.

Al pensar en vida extraterrestre, siempre la imaginamos en planetas rocosos similares a la Tierra. Pero el universo está lleno de sorpresas. Algunos científicos creen que la atmósfera de las enanas marrones podría ser un entorno propicio para el desarrollo de microorganismos. 

Las enanas marrones son objetos celestes con una masa que oscila entre la de los planetas gigantes gaseosos como Júpiter y las estrellas más pequeñas. Su peculiaridad consiste en que no son capaces de mantener las constantes reacciones nucleares que posibilitan la existencia de las estrellas, de forma que se quedan a medio camino entre estas y los planetas. 

Según un reciente estudio de la Universidad de Edimburgo dirigido por el científico Jack Yates, las capas superiores de la atmósfera de las enanas marrones presentan presiones y temperaturas similares a las de la Tierra, y podrían albergar microbios en corrientes ascendentes ricas en componentes básicos para la vida.

Dado que se calcula que solo en la Vía Láctea podría haber unos mil millones de enanas marrones, esto dispararía el número de candidatos a posible hogar de organismos alienígenas. 

Una atmósfera acogedora

La existencia de microbios que viven en las corrientes de aire de nuestro planeta es conocida desde hace décadas. ¿Por qué no iba a suceder algo similar en las capas atmosféricas semejantes a la terrestre de algunas enanas marrones?

En 2013, los astrónomos descubrieron WISE 0855-0714, una enana marrón a solo 7 años luz de distancia que parecía contener nubes de agua en su atmósfera. Yates y su equipo se han basado en el estudio de este cuerpo celeste para identificar qué tipo de microbios podrían prosperar en las regiones habitables de enormes atmósferas compuestas sobre todo de hidrógeno. En ausencia de luz solar, estos organismos se alimentarían de nutrientes químicos. Las observaciones de las atmósferas de las enanas marrones han revelado que en ellas se encuentran la mayoría de ingredientes de los que depende la vida en la Tierra: carbón, hidrógeno, nitrógeno y oxígeno.

De momento, la idea es una especulación, pero son muchos los astrobiólogos que consideran a las enanas marrones escenarios favorables a la vida. Los científicos esperan impacientes el lanzamiento del telescopio espacial James Webb, previsto para octubre de 2018. Este observatorio relevará al Hubble y contará con instrumentos de infrarrojos ideales para escrutar la atmósfera de estas estrellas fallidas candidatas a contener alienígenas microscópicos. 

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