La emisión de billetes se detuvo en agosto, pero los riesgos del aumento de la inflación para 2021 continuan altos

Se enfría la maquinita. El Tesoro bajó su dependencia del Banco Central, por una mejor recaudación y deuda en el mercado local.

El Gobierno pisó el freno de la emisión monetaria en agosto gracias al aún magro repunte de la recaudación y del financiamiento parcial del déficit en el mercado de capitales, pero los riesgos de salto inflacionario para 2021 se mantienen firmes.

Después de volcar 1,5 billones de pesos en la economía desde el inicio el año (el 90% en pandemia), agosto fue contractivo. El Banco Central terminó absorbiendo 141.675 millones de pesos vía instrumentos monetarios como Letras de Liquidez y Pases.

Para pisar el freno, fue decisiva una menor asistencia al Tesoro dado que hubo adelantos por 40.000 millones de pesos en agosto, muy lejos de –por ejemplo- los 430.000 millones registrados en mayo.

Así el Gobierno de Alberto Fernández ha comenzado a desandar lentamente un camino sinuoso que exponía a riesgos muy grandes, como un salto de precios en la salida de la pandemia que lleve a superar el récord anotado por la gestión de Mauricio Macri en 2019 (53,8%).

No obstante, los riesgos de aceleración de precios están. Según 27 consultoras, doce bancos y dos analistas internacionales consultados por el Banco Central, se aceleraron en agosto las expectativas. La proyección para diciembre es de un inflación general de 37,8% anual. Es decir, 1,7 punto porcentual más que en la estimación previa. Respecto de 2019, la caída inflacionaria sería de 16 puntos.

No obstante, las consultoras y bancos elevaron los pronósticos para 2021, llegando a una inflación del 47,1% (0,4 punto más que lo estimado en julio). Y luego habría un descenso al 35,5% anual en 2022.

Menos plata para el Tesoro

La apertura parcial de la cuarentena contra el Covid-19 dio lugar a una mayor actividad económica e hizo que la recaudación mejore. Y por otro lado, la incipiente reconstrucción del mercado de capitales local otorgó financiamiento neto por 86.000 millones de pesos al Tesoro.

Si bien los números fiscales de agosto aún no se conocen, en el Gobierno señalan que el objetivo es llegar a fin de año con una pendiente hacia abajo, para dar “una señal” al mercado de que una vez que la pandemia ceda, se buscará consistencia macroeconómica.

Julio había cerrado con un rojo primario de 155.524 millones de pesos. Fue el más chico desde marzo; y en agosto –según fuentes oficiales- la tendencia continuó. No obstante, en siete meses el agujero fue de 1,05 billones de pesos.

Según proyecciones de la consultora LCG, el déficit fiscal primario de 2020 superará el 8% del Producto Bruto Interno en el año y será el más alto de las últimas seis décadas. Para el 2021, el ministerio de Economía pretende llevar esa marca al 4,5%.

Martín Guzmán, ministro de Economía, anticipó que en el horizonte de la política macroeconómica está que el Central no financie al Tesoro, pero eso no pasará de inmediato.

El Central publicó el Informe Monetario Mensual de agosto. Allí se observa que la Base Monetaria presentó, en términos nominales, un aumento promedio mensual de 25.670 millones de pesos (1,1%). Es una sexta parte de lo que había crecido en julio respecto de junio. El dato implicó una disminución de 1,8% en términos reales.

En una señal al mercado financiero mientras hay fortísimas presiones sobre el tipo de cambio, el Central que conduce Miguel Pesce envió una señal al sostener que la expansión asociada al sector público fue en agosto “significativamente menor a la de los meses anteriores”.Y agregó que esa expansión resultó parcialmente compensada por el efecto contractivo que generaron las ventas netas de divisas al sector privado y la absorción a través de pases pasivos y Letras de Liquidez.

Desde el lado de la demanda, el aumento se concentró en el circulante en poder del público, mientras que las reservas bancarias (cuenta corriente de las entidades en el Central y efectivo en bancos) registraron una disminución.

Otro dato es que continuó la lenta recuperación de los depósitos en dólares: en agosto se ubicó en 19.502 millones; contra 19.298 de junio y 19.191 de mayo. No obstante, respecto de un año atrás el stock es un 41,5% más chico.

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