La implacable interna en el primer círculo de AMLO sacude al gobierno mexicano

El ex operador judicial del Gobierno mexicano y el Fiscal General mantiene una fuerte puja que podría traer consecuencias para lo que queda de su Gobierno.

Andrés Manuel López Obrador enfrenta la crisis más importante de su sexenio. La trama la integran el fiscal general, Alejandro Gertz Manero, el ex asesor de temas jurídicos del gobierno mexicano Julio Scherer y el presidente de la Corte Suprema Arturo Zaldivar.

La historia comienza cuando Scherer ayudó a Gertz para que se convierta en Fiscal en una alianza que incluía a Zaldivar. Esa tríada intentó manejar y controlar todos los temas judiciales.

Antes de convertirse en el Procurador, Gertz arrastraba una serie de asuntos personales. Uno de ellos era el caso de su hermano,  Federico Gertz Manero. La muerte del hermano del magistrado se volvió un tema de Estado cuando inició un demanda por “homicidio por omisión” contra la cuñada Laura Morán y su sobrina política, Alejandra Cuevas, y pidió que la Corte desactive un amparo para que ambas continúen en prisión. 

Gertz pidió ayuda para eso Scherer pero este se la negó, lo que rompió el vínculo y dio inicio un proceso de investigación de la fiscalía contra el operador judicial de AMLO por extorsionar y ofrecer “criterios de oportunidad” (una suerte de figura del arrepentido o testigo colaborador) ante de diverso casos de corrupción que estaban bajo la órbita de la fiscalía a cambio de sumas dinero. 

AMLO respalda a Gertz Manero pese a filtración de audios

Frente a esta situación, Scherer decidió publicar entonces una carta para fijar su posición, aunque aguardó primero la resolución de la Suprema Corte, que dejó en una situación de vulnerabilidad a Gertz. Los ministros expresaron con dureza que todo el proceso alrededor de la detención de Cuevas  estuvo plagado de errores y hasta manipulaciones.

En su carta, Scherer asegura que todo inició con un carpeta que armó Olga Sánchez Cordero al dejar la Secretaría de Gobierno. Allí empezó lo que describe como una “confabulación” y una “extorsión”. Según sus palabras, AMLO le dijo que esté tranquilo porque “eran puros chismes”. 

La explicación que brinda Scherer sobre su confrontación con Sánchez Cordero es que AMLO le quitó casi todas las atribuciones a la Segob. Primero sacó Seguridad de su órbita, al crear una Secretaría. Y también le quitó el vínculo con el Poder Judicial, que quedó a cargo del propio Scherer. Eso causó -según su versión- la furia de Cordero.

Sobre su relación con Gertz, Scherer admite que antes eran cercanos y qué él fue quien lo ayudó a llegar a la Fiscalía. “A finales del último septiembre un reportaje de Proceso despertó en el fiscal una ira que hasta entonces desconocía y la descargó contra mi persona. Publicado con el título “La casa secreta de Gertz Manero”, me atribuyó haber facilitado información para la elaboración del texto”, asegura el ex consejero jurídico.

El presidente mexicano mira todo de costado y con una llamativa inacción teniendo en cuenta que se trata de hombres de su estrecha confianza. Scherer integró su mesa chica por mucho tiempo y Gertz fue propuesto por AMLO y defendido en varias ocasiones generando tensiones, incluso, con Estados Unidos. El calibre de los involucrados son razón suficiente como para generar preocupación en el Presidente. 

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