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La papaya, la fruta tropical

Una fruta tropical de sabor dulce y textura blanda, «extraordinaria» para la salud y dietas para adelgazar

El verano es tiempo de fruta y la papaya entra dentro de las propuestas tropicales que encontramos junto a las frutas convencionales, manzanas, peras o plátanos. Proviene originalmente de Centroamérica y es una sabrosa fruta que se caracteriza por una pulpa anaranjada muy jugosa, similar a la del melón, de sabor dulce y suave, con menos aporte calórico que una manzana y fuente elevada de vitaminas.

CURIOSIDADES

La fruta crece en un árbol denominado Papayo, que puede alcanzar hasta diez metros de altura. Tiene el tronco hueco y carece de ramas; la espesa copa está formada únicamente por las hojas. El fruto es irregular, unos más grandes y alargados, pudiendo pesar hasta nueve kilos, aunque en la mayoría de los casos suelen pesar 500 ó 600 gramos, especialmente en una variedad de cultivo de plantas enanas, muy productivas y destinadas generalmente a la exportación.

Además de su deliciosa textura y dulce sabor, es un bocado extremadamente sano para el organismo, siendo una fuente de vitaminas, encimas, antioxidantes y potasio. Su consumo es recomendable para el corazón y para dietas de adelgazamiento.

Únicamente aporta 39 calorías por cada 100 gramos. Una ración de papaya tiene menos calorías que una manzana. Además, contiene el doble de betacarotenos, que es fuente de vitamina A fundamental para el crecimiento y desarrollo del sistema inmunológico. También, al ser rica en potasio y tener un bajo contenido en sodio evita la retención de líquidos.

La papaya es fuente de enzimas, cabe destacar su contenido en papaína. Al hacer más fácil la digestión de los alimentos, es bueno consumir una porción de papaya después de las comidas, sobre todo si se trata de comidas pesadas, y de esta manera evitar problemas como el estómago indispuesto y las náuseas. Su parote de vitamina C es mayor que el de la naranja; 100 gramos cubre el 100% de la cantidad diaria recomendada par un adulto. Favorece la formación de colágeno, la proteína estructural por excelencia.