La sentencia de un especialista. “Ante cada fallo adverso, el Gobierno busca la remoción de los jueces o un proyecto de ley inconsulto”.

Marcelo Gallo Tagle, presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional (AMFJN), el organismo que engloba a fiscales, defensores oficiales y jueces, se refirió al juicio político que encara el Gobierno hacia la Corte Suprema. 

El juez nacional indicó que la situación “sigue la lógica de lo que viene pasando hace años. Ante un fallo adverso se busca la destitución del juez o de proponer una reforma legislativa buscando alternativas para superar lo adverso del fallo”.

Además añadió: “Los testigos no solo reciben un trato irrespetuoso sino que parece una indagatoria porque cuando el que pregunta no recibe la respuesta que quiere vuelve a preguntar lo mismo como si quisiera que el testigo conteste otra cosa. Todo ese tratamiento es lo que cuestionamos”.

Gallo Tagle remarcó también: “Lo que señalamos es que un reglamento interno de una comisión del Congreso no puede estar por sobre la ley, que le permite a los fiscales declarar por escrito. Pero además temporalmente el reglamento de la comisión de Juicio Político es anterior a la ley de organización de los Ministerios Públicos dictada por el Congreso, ley que también se pretendió modificar para bajar las mayorías para poder remover a los fiscales”.

“De haberse pretendido la presencia personal de cualquier integrante del Ministerio Público en el Congreso se hubiese previsto en una ley y eso no ocurrió”, sostuvo. Y agregó: “Cada vez que hay un fallo que resulta adverso al gobierno las consecuencias son buscar la remoción de los jueces o un proyecto de ley inconsulto”.

A propósito de la relación entre el Gobierno y el estamento judicial, Tagle reveló que es escasa. “Tenemos la puerta abierta. Pedimos reuniones con el ministro de Justicia, con el de Seguridad, con el gobernador de Santa Fe y el intendente de Rosario para colaborar en soluciones idóneas sobre lo que está ocurriendo con el narcotráfico”.

Y contó: “Nos reunimos con Aníbal Fernández, nos explicó en lo que estaban trabajando y generamos una mesa de diálogo. Somos propensos al diálogo. Cuando se presentaron proyectos inconsultos pedimos participar. A veces nos han dado cinco minutos, lo que es imposible para generar una opinión. Las respuestas son escuetas”.

“En la cotidianeidad mucha gente demuestra su desagrado con el maltrato con el Poder Judicial. Un ejemplo es la cantidad de jueces que se están jubilando cuando pueden quedarse pero llega un momento que el manoseo es tan grande y se agotan por la falta de respeto”, concluyó.

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