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Las Termas en Argentina que no te podés perder.

Las aguas termales son famosas por sus propiedades sanadoras. En la antigüedad, eran utilizadas para curar enfermedades y como sitio para socializar. Hoy, cientos de turistas en búsqueda de paz y relajación asisten a ellas.

Río Hondo, en Santiago del Estero.

Río Hondo se encuentra a orillas del Río Dulce, sobre napas ricas en sales  y minerales. No hace falta ir a una pileta a buscar el agua termal, basta con abrir la canilla. Los hoteles las complementan con servicios de spa y wellness. Debido a las temperaturas elevadas de esta provincia, la temporada alta es en abril y octubre, ¡evita el verano!

Federación, en Entre Ríos.

En este complejo las aguas surgen a más de 1200 metros de profundidad, desde el Acuífero Guaraní. Una de las principales ventajas es la cercanía al centro de la ciudad. Dentro del parque termal tienes diferentes opciones: optar por un área de relax con piletas cubiertas y diferentes temperaturas, o por un área recreativa con una piscina semiolímpica. Para los niños, hay parques de agua durante la temporada de verano, con divertidos toboganes y piletas con olas.

Carhué, en Buenos Aires.

El lago Epecuén tiene un alto índice de mineralización, comparado por expertos con el Mar Muerto. Si decides vacacionar en estas termas, también puedes hacer un paseo por la villa inundada, el circuito arquitectónico de Salamone y el avistaje de flamencos.

 Cacheuta, en Mendoza.

El agua de estas termas proviene del deshielo, que después se filtra a gran profundidad y vuelve a aflorar al chocar con la roca granítica de Cacheuta. Puedes disfrutar un día de completo relax con inmersiones termales, masajes y circuitos de spa, o salir a la aventura por la montaña.

Fiambalá, en Catamarca.

El complejo cuenta con catorce piletas de diferentes temperaturas, pero su mayoría, son atracción son los hermosos paisajes y el maravilloso clima de la montaña.