Si pensabas que ya habías logrado llegar a uno de los mejores momentos, existe la posibilidad de que te lleves una gran sorpresa.
De acuerdo con una investigación, existen dos ocasiones en los cuales nos sentimos plenos y felices. Los expertos de la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres pidieron a 19.000 voluntarios alemanes de entre 17 y 80 años para calificar su satisfacción con la vida. Los participantes contaron cómo se sentirían de bien dentro de cinco años, y luego de cinco años, hablaron sobre cómo se encontraban realmente.
En estudio hallaron que la felicidad tiende a mantener una curva en forma de U a lo largo de los años de un individuo, con la satisfacción de alcanzar niveles más altos en el transcurso de los extremos del rango de edad de la investigación y oscilar hacia abajo con la media de años. También, los científicos resaltaron los dos puntos más importantes cuando se alcanza lo máximo: los 23 y los 69 años.
Si te detienes a pensar, no es ilógico. En el momento que tenemos 20 años nos encontramos enérgicos y emocionados por los cambios que vienen al poco tiempo: nuevas carreras, lugares diferentes para viajar, personas que entran en tu vida, horizontes desconocido. Generalmente, nos inclinamos a pensar que en la vida tenemos que llegar a un equilibrio entre el ocio y el trabajo que no sea principalmente deprimente.
Cuando llegamos a los 60 y 70 años, sin embargo, es posible que ya nos hayamos jubilado y tengamos la oportunidad de hallar el tiempo necesario, y, probablemente, el dinero para gozar de lo que no podíamos hacer a causa del trabajo y otros asuntos que nos comprometían. Por esto, es normal que la curva caiga en la mediana edad.