«Me duele en el alma». El Pipita Higuaín le bajó la persiana a su carrera.

En el contexto de una emotiva conferencia de prensa de su equipo en la MLS, Gonzalo Higuaín anunció que dejará la practica profesional del fútbol a los 34 años. «Hoy les quiero contar mi historia, es momento de contarles una noticia que vengo procesando, llegó el día de decirle adiós al fútbol, una profesión en la que me sentí privilegiado», irrumpió con una impronta que prologaba el anuncio.

«Después de 17 años y medio de carrera como profesional, siento que el fútbol me dio muchísimo», fundamentó a modo de balance. «Hace tres o cuatro meses que se lo comuniqué al club, no fue de un día para el otro. Venía trabajándolo hace años. Cuando vine acá, vine por el placer de disfrutar al fútbol, de tener cerca a Fede, mi hermano. Era otra etapa, pero es de los mejores momentos de mi carrera. Estoy retirándome como soñaba», describió.

El delantero es producto de las inferiores de River, desde allí desembocó en el Real Madrid. Acumuló 362 gritos en su palmarés, de los que se desprenden 331 goles en sus clubes y 31 con la camiseta de la selección. El lunes próximo se cumplirán 13 años de su estreno con la casaca nacional, el 10 de octubre de 2009. Y lo hizo en otras 74 oportunidades. Jugó los mundiales de Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018.

«Me quedo con los momentos más maravillosos, hay gente que sueña con estar en un Mundial y yo tuve el enorme privilegio de jugar tres. Lo recorrido no me lo va a quitar nadie, los esfuerzos enormes que hice para jugar en la Selección lo sé yo solo. Palabras de agradecimiento para la Selección, para la gente que conocí y será un momento imborrable en mi cabeza», sintetizó.

En su currículum de clubes, tras su paso por el Real Madrid, jugó en la Serie A con la camisetas del Napoli, Juventus y el Milan. Allí alcanzó el récord de 36 gritos en una temporada. Tras esa aventura, se calzó la indumentaria del Chelsea en la Premier League y desde hace dos años, jugaba en el Inter de Miami junto a su hermano Federico. Uno de los anhelos de su madre, quien perdió la vida hace pocos días, tras una larga enfermedad.

«Para terminar, quiero decir unas palabras muy pero muy especiales para mi amada mujer e hija que son el motor de mi vida, sin ellas nada tendría sentido. Verlas en la cancha y abrazarlas después de cada gol es algo único. Gracias por estar ahí siempre, por mejorarme como persona, las amo con todo mi corazón. A mi familia, papá, mamá, a mis hermanos que también fueron realmente importantes en mi vida y carrera, y a mis amigos que me conocen hace más de 15 años que también saben lo que son para mí, gracias», cerró en su carta.

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