“No hace falta acting, hace falta reconocer los errores que se cometieron, sentarse a dialogar, a proponer un programa”. Las sugerencias de Máximo Kirchner para ordenar el mapa oficialista.

El escenario político del oficialismo quedó a la espera de reacciones tras la determinación del Presidente Alberto Fernández, de bajarse de una potencial reelección. Hacía falta un efecto que aquiete las aguas y encamine el norte.

En ese sentido, quien emergió para pretender dar vuelta la página y reacomodar el espacio fue el legislador Máximo Kirchner. “De cara a lo que viene tenemos que tener un programa claro de 10, 15, 20 puntos y el compromiso inquebrantable de cada parte del Frente de Todos de llevarlo adelante definitivamente para después no tener dolores de cabeza”, expresó.

Además, añadió: “Quienes hicimos todo durante el año 2016 y 2019 resistiendo al macrismo pusimos todo lo que teníamos arriba de la mesa para que el Frente de Todos se pudiera constituir”. 

Kirchner indicó, en esa línea: “Fuimos a buscar a cada dirigente más allá de los comportamientos que habían tenido respecto de la ex presidenta sino de un montón de compañeros para poder generar una opción superadora. No hay derecho que alguien esté enojado y hoy no ayude a construir una nueva opción”.

“Tengamos la inteligencia común para aprender de nuestros errores y gobernar nuestras miserias y vanidades. Y así, entre nosotros, poder potenciar nuestras virtudes”, exhortó en el contexto de un plenario del Partido Justicialista de la Ciudad.

El Diputado Nacional, tuvo espacio para la autocrítica: “Cuando a un frente político las miserias conducen a las virtudes están condenados al fracaso. Deben ser las virtudes las que conduzcan a las miserias para que la gente pueda mejorar”. 

“Nadie, ni yo, está exento de errores. Quien diga que no se equivoca ni un poquito de vanidad miente. Lo que tiene que saber es poder gobernarlo porque para gobernar a la gente primero hay que gobernarse a uno mismo”, describió. 

“En lo personal, vengo a dar cuenta de lo que hice, lo que no y lo que no supe hacer. Porque es lo que debe hacer un dirigente, no victimizarse sino hablar con sus compañeros. Creo que hacer fotos con la cabeza para porotear algo nada tiene que ver con lo que le está pasando a nuestra gente. No hace falta acting, hace falta reconocer los errores que se cometieron, sentarse a dialogar, a proponer un programa y juntar los votos para poder ejecutarlo”, concluyó.

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