Para Pierre Lemaitre “los escritores no inventan nada, no dejan de hacer cosas nuevas con lo viejo”.
TELVA 938 JUNIO 2017 TIEMPO LIBRE Libros Pierre Lemaitre
Pierre Lemaitre, ganador del premio Goncourt 2013 con su trabajo Nos vemos allá arriba, acaba de publicar El ancho mundo. Se trata de otra novela que en este caso captura el contexto posterior a la Segunda Guerra Mundial, es decir, los denominados 30 años gloriosos.
El guionista francés revela que El ancho mundo es: “una novela de aventuras con pasiones en movimiento, en contraste con la novela psicológica, en la que esas pasiones son silenciosas, contenidas. Crecí con los folletines de Dumas, y ya había jugado con el folletín en las novelas policíacas, pero en este nuevo libro he decidido sistematizarlo”.
“Acorté los treinta años gloriosos a veinte, repartidos en cuatro volúmenes, pues en ese período las mujeres tenían muchos hijos y más jóvenes, y así el lector se reencuentra con unos personajes que no han cambiado demasiado”, explica.
A propósito del boom de las plataformas que ofrecen las pantallas, Lemaitre indica que “las series televisivas son hoy el gran proveedor de ficción, sobre todo, para los jóvenes, y las series hacen folletines, algo que han aprendido de los novelistas, que fuimos los que nos inventamos las series de televisión”.
Además, observa como una situación que ancla al consumidor con el producto «el procedimiento de cortar la historia, los giros argumentales con sorpresas y el suspense para que el lector tenga ganas de seguir el siguiente capítulo, la siguiente temporada”.
Lemaitre se hace un espacio para darle una especie de tributo a sus referentes “poniendo el nombre de los personajes secundarios extraídos de Simenon, partiendo de escenas de Zola o Maupassant, de una canción de Brassens o de una entrevista a Proust”.
Por otro lado, el escritor galo también aprovechó su nuevo trabajo para enfatizar sobre el rol de la prensa: “En los años 50 el mundo del periodismo cambia en relación a los años 30, con la mejora de las imprentas, los transportes y además prolifera una prensa de masas independiente de los partidos políticos, que hizo que el periodismo fuera más popular y menos elitista”.
Lemaitre estudió psicología y una buena franja de su formación la llevó a cabo con adultos, siendo docente de cultura general y comunicación. Además, dio clases de literatura apuntada a bibliotecarios.
Una de sus frases de cabecera retrata que “los escritores no inventan nada, que no dejan de hacer cosas nuevas con lo viejo”.
