Para Sabina Fréderic “todo contribuye a no terminar de reconocer el problema de fondo, que hay un malestar en la gente”.

La ex ministra de Seguridad nacional, Sabina Fréderic estableció las razones sobre la convulsión social que motivó el asesinato de Daniel Barrientos, chofer de la línea 620 el último lunes. 

A propósito de las promesas no materializadas de la instalación de cámaras de seguridad, Fréderic subrayó que “no hubo una gestión adecuada previa. Hubo un acuerdo que tenía unos años que implicaba colocar cámaras de seguridad al que las empresas de transporte no cumplieron; pero la provincia de Buenos Aires no se encargó tampoco de supervisar o, en todo caso, de denunciar el incumplimiento de ese compromiso”.

“Me parece que es un buen ejemplo para entender cómo se hace para intentar evitar un homicidio o un hecho de violencia o cómo se hace para que el conflicto no escale, más cuando uno acuerda con un sector, consensua cuál es el instrumento para prevenir y luego no los cumple, por más que sea la empresa en este caso”, indicó.

Para la ex titular de la cartera de seguridad nacional “todo contribuye a no terminar de reconocer el problema de fondo, que hay un malestar en la gente. Se repudia la violencia al ministro, sin dudas, pero la verdad es que mataron a una persona y eso se podría haber evitado si el Estado hubiera cumplido. Hacia adelante hay que comprometerse a hacer lo que se puede hacer y hacer más. La gente está reclamando mayor presencia policial en algunos barrios”.

Fréderic precisó que “el Consejo de Seguridad es insuficiente. No te da las herramientas para poder definir institucionalmente la articulación entre los tres estamentos de Estado en un gobierno federal. Hoy, que el tema de seguridad es cada vez más preocupante, dependés de la buena voluntad de las partes”.

Además remarcó que “hay algunas partes que tienen buena voluntad y otras que están estancadas en una posición y se vuelve muy complicado ejercer una coordinación, entre estamentos que tienen niveles de responsabilidad diferentes”.

En relación a la posibilidad de la implementación de un cuerpo de seguridad paralelo, Fréderic expresó que “El Comando Unificado es un invento de Bullrich que se creó cuando se ocupó el predio de Mascardi, que terminó con el asesinato de Rafael Nahuel. Es muy complicado porque estás generando la subordinación del resto de las fuerzas a una sola, con la conducción política”.

“A mí me parece difícil de practicar esto, porque además cada jefe tiene contacto directo con el secretario. Yo creo que en sí mismo, la creación de un comando no dice nada”, concluyó.

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