La caída del pecho se produce por la laxitud de los tejidos que los sustentan. Conoce cómo retrasar los factores que influyen en esta pérdida de firmeza, y qué hacer para corregir las mamas caídas y recuperar su aspecto turgente.
El pecho, en la mayoría de las mujeres (muy pocas afortunadas se libran), desciende poco a poco desde esa perfecta posición original que tuvo alrededor de los 15 años. Y aquellos pechos que una vez fueron firmes y turgentes, años más tarde presentan un aspecto, vamos a decir, diferente. La ptosis mamaria (el nombre científico de la caída del pecho) es algo más que un problema estético. Y es que puede afectar a la autoestima de la mujer y a la forma en la que se relaciona con otras personas.
El cuándo comenzará ese proceso va a depender de cada mujer y de sus circunstancias. Para que nos explique por qué se produce la caída de los pechos y nos aconseje qué hacer para retrasarlo y cómo recuperar el aspecto lozano de los senos, contamos con la ayuda del doctor Ramón Calderón, miembro de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, y cirujano plástico del Hospital Rúber Internacional, de Madrid.
Causas de la caída de los senos
A menudo atribuimos a la gravedad la pérdida de firmeza del pecho de la mujer, como si esa fuerza lo succionara hacia el centro de la tierra. Y sí, efectivamente, cuando se trata de pechos grandes, influye; pero en los pechos de menor tamaño no interviene tanto como pensamos. “El pecho se cae por la flaccidez o laxitud de los tejidos, que hace que el tejido mamario no se aguante o se sujete en su sitio”, señala el doctor Calderón.
- La genética
Hay personas que genéticamente tienen la piel flácida y por eso enseguida se les cae el pecho - El envejecimiento
El paso del tiempo afecta a la elasticidad de la piel de cualquier parte del cuerpo. La piel del pecho no es menos: pierde elasticidad, cede y se cae. - Cambios en la estructura de la mama
Con el paso de los años, y como consecuencia también de los embarazos y de las lactancias, la mama pierde glándula y gana grasa, que es más blanda, tiene menos firmeza, y tiende más a caerse que el tejido glandular. - El volumen del pecho
Cuanto más grande es la mama más cede ante esa falta de elasticidad. Las mamas pequeñas sufren menos porque el peso también es menor. - Los cambios de peso
Cuando la mujer engorda, la mama, como el resto del cuerpo, gana grasa y tamaño, por lo que aumentan las posibilidades de descuelgue. Cuando, por el contrario, se adelgaza, también se pierde grasa y el tejido cutáneo, según la edad de la mujer y su capacidad de recuperación, tardará en adaptarse al nuevo volumen. Si además las fluctuaciones de peso por seguir una dieta son bruscas y frecuentes, la piel pierde fuerza con mayor rapidez. - El embarazo y la lactancia
En el embarazo, se dé o no el pecho posteriormente, las mamas aumentan de tamaño y tras el parto, si no se practica la lactancia natural, vuelven a su tamaño original. La lactancia conlleva un incremento del volumen del pecho, pero cuando finaliza, los senos vuelven a su tamaño original. - Practicar deportes de impacto sin sujeción
Correr, o practicar baloncesto, fútbol, balonmano, pádel, voleibol… El impacto repetido no es bueno para el pecho.
Cómo evitar que el pecho se caiga
- Usar sujetador
Aparte de llevar un sujetador adaptado a la talla exacta que necesitas durante el día, conviene también utilizarlo en estas dos situaciones:- Para dormir: “en las mujeres que tienen mucho pecho se aconseja incluso utilizar un sujetador cómodo y sin aro para dormir, para mantenerlo en su sitio y que los tejidos no cedan”, señala el especialista en cirugía plástica Ramón Calderón.
- Para hacer ejercicio: “en los deportes de impacto es recomendable usar un sujetador deportivo muy ajustado”, añade.
- Hidratar el pecho
A diario conviene aplicar una crema hidratante en el pecho para que la piel se mantenga elástica. - No fumar
La piel de los fumadores tiende a ser más laxa.