Peligra el derecho al aborto en Estados Unidos

El borrador de una decisión en esa dirección de la Corte Suprema de los Estados Unidos puso en alerta al presidente Biden y a la población en general.

Por Gastón Dufour

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó que defenderá el derecho de la mujer al aborto y expresó que el fallo en el el caso Roe vs. Wade «ha sido la ley del país durante casi cincuenta años, y la equidad básica y la estabilidad de nuestra ley exigen que no sea anulada«.

Luego de la filtración de un borrador con la decisión de la Corte Suprema estadounidense de limitar el derecho al aborto –borrador con fecha de febrero, cuya validez fue confirmada posteriormente y se investiga en qué circunstancias trascendió el escrito–  Biden expresó que «estaremos listos cuando se emita cualquier fallo (…) Creo que el derecho de una mujer a elegir es fundamental«. 

Según informó la administración Biden, el Consejo de Política de Género y la Oficina del Asesor Jurídico de la Casa Blanca se encuentra trabajando en el tema y analizando la variedad de posibles resultados.

Un poco de historia

Estados Unidos reconoció el derecho al aborto en 1973 con el fallo de la Corte Suprema que pasó a la posteridad como «Roe versus Wade» y refería al pedido de Norma McCorvey (quien residía en Texas y quedó embarazada nuevamente, mientras criaba a sus dos hijas) de la habilitación de un aborto. La justicia texana, con el fiscal Henry Wade a la cabeza, estaba en contra. Finalmente, el supremo tribunal le dio la razón: se entendía a partir de ese momento que el Estado no podía interferir en la decisión de una mujer de poner fin a su embarazo.

Los antiaborto se manifiestan a favor de la resolución que tomaría la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos. Foto: Agencia AFP

Repercusiones locales

Desde la sede argentina de Amnistía Internacional advirtieron que, de confirmarse lo que se manifestaba en el borrador filtrado, tendría lugar una vulneración singular de los derechos humanos, y agregaron que la intervención constituiría «algo inadmisible», ya que se perderían logros civiles y protección de derechos básicos de la salud que cuentan con 40 años de antigüedad en Estados Unidos. 

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