Prat Gay: “el principal error de Macri fue no cerrar un gran acuerdo nacional con Massa y el peronismo republicano”

El ex ministro considera que se necesita un pacto político o una reforma constitucional para que la economía crezca: “Es imposible salir de este laberinto sin un gran acuerdo nacional”.

Prat Gay viajó a Córdoba como principal expositor del almuerzo por el 44° Aniversario de la Fundación Mediterránea y aportó su diagnóstico de la situación actual y y una revisión por los errores del gobierno de Juntos por el Cambio. Y aseguró que el principal error político de Macri fue “no ir a un gran acuerdo nacional con el peronismo republicano” que en su momento encarnaba Sergio Massa.

Para el economista, lo único que le resta probar al país es un gran acuerdo entre los defensores de la república y los que prefieren la justicia social en el que todos se sienten a la mesa a ver qué pueden aportar y recién en diez, quince o veinte años, empezar a retirar: “Es imposible salir de este laberinto sin un gran acuerdo nacional”, aseguró.

Consultado por el público respecto de la posibilidad de que sea Alberto Fernández quien convoque a la oposición para ese acuerdo, sostuvo que: “Lo veo muy difícil. Porque no lo veo al convocante en condiciones de convocar. Lo hace el líder de turno. Por eso, mi frustración cuando Mauricio (Macri) no lo quiso convocar (a Massa)”.

En este sentido, aclaró que los principales opositores al presidente están dentro de la coalición gobernante y eso se traduce en que Alberto Fernández diga y se desdiga. Lo ejemplificó con el acuerdo con el FMI que hasta una semana en el Gobierno sostenían que estaba prácticamente cerrado y, tras la presión de la vicepresidenta, el discurso presidencial mudó a que no se va acordar.

Para Prat Gay el gran acuerdo nacional tiene que darse en la forma de un pacto político o de una reforma constitucional que no permita que en un gobierno en dos años pueda revertir la reforma tributaria que llevaron a cabo en el gobierno anterior con el acuerdo de todos los gobernadores provinciales. En su opinión, se necesitan instituciones con reglas claras que perduren y que fuercen a los políticos a respetar las restricciones presupuestarias, por ejemplo, con un límite al gasto público como el que Brasil incorporó con una enmienda.

Entre otras grandes reformas necesarias para salir adelante mencionó la reforma de la Justicia, la reforma tributaria “en serio”, un nuevo marco normativo para las relaciones de trabajo y la transformación de los programas sociales en trabajo digno. Al respecto, reconoció que se trata de una apuesta de riesgo ir por la reforma constitucional, pero consideró que el país atraviesa una situación en la “no tomar riesgos es más riesgoso que tomarlo”.

El diagnóstico económico

El centro de la exposición de Prat Gay versó sobre la realidad en materia económica  y social que atraviesa el país que, dijo, todavía enfrenta los coletazos de la última gran crisis, la de la salida de la convertibilidad en medio de una “discusión pendiente respecto de qué país queremos los argentinos en materia de derechos y obligaciones”. La herencia de la crisis de 2002 se configura en el peso de la deuda social, que llevó la cantidad de beneficiarios de la Anses de 3 millones en ese año a 15,8 millones en la actualidad, incluyendo la AUH “una decisión que apoyó todo el arco político”; el peso de la deuda pública que restructuración tras reestructuración se sostiene en el 90% del PBI (de los cuales 40 puntos porcentuales se los achacó al déficit de los ocho años de cristinismo); y la afectación sobre la capacidad exportadora, que redujo un 40% en 20 años la participación de las ventas argentinas en el comercio mundial.

Sobre este último punto mencionó que todo el arco político está de acuerdo en el diagnóstico, sin embargo cierta “esquizofrenia política” hace que la primera medida recaudatoria sea subir las retenciones castigando a las exportaciones.

Para él, más importante que el equilibrio fiscal es el superávit comercial porque esto lleva a que la economía se quede sin dólares, lo que se traduce en una crisis económica, financiera y a veces bancaria. Y reconoció que el frente comercial Macri lo descuidó. Por eso celebró las iniciativas de la UCA, la Universidad del Siglo XXI, Ieral de la Fundación Mediterránea y la Bolsa de Córdoba por su trabajo en un programa de desarrollo económico para poner al servicio del próximo gobierno.

“Argentina debe encarar un programa de desarrollo diversificado, con el objetivo de generar dólares y puestos de trabajo. Eso no se logra sin un acuerdo político duradero. Los ejes de ese acuerdo son un Estado viable al que podemos financiar. Lo segundo es la transición del plan social al trabajo digno. Y además, un sendero de precios relativos estables y programa de desarrollo sustentable”, dijo.

A su vez, tanto en lo económico como en lo político consideró que el esquema populista “está agotado” y lo calificó de “populismo zombie” o “sin recursos”.

En esta misma línea, en otra parte de su alocución remarcó que en las últimas PASO: “El soberano nos indicó que el camino a Venezuela no es el que elige la mayoría de los argentinos”.

Y proyectó que, de repetirse en dos semanas el resultado de septiembre, “Estamos a las puertas de un Senado sin quorum del partido justicialista”. Además,  también como conclusión de los últimos comicios sostuvo que: “Juntos por el Cambio ha demostrado ser una coalición que en oposición conserva los votos”, lo que lo llevó a pensar en que “Si mantenemos este espíritu, si hay cambio de gobierno en 2023, va a venir con mayoría en una de las dos Cámaras”. De ahí que arengó que “Hay que construir ese futuro desde ahora”.

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