¿Qué son las células madre?
Las células madre tienen potencial de servir como terapia para reemplazar células defectuosas o dañadas en variedad de trastornos y lesiones.
Se denomina célula madre a una célula que puede dividirse para producir algunas células descendientes que continúan como células madre, y algunas células que están destinadas a especializarse en diferentes tipos de tejido en un organismo.
Existe un gran interés, desde el punto de vista de la biomedicina, en las células madre dado que tienen potencial de servir como terapia para reemplazar células defectuosas o dañadas en variedad de trastornos y lesiones, como la enfermedad de Parkinson, la enfermedad cardíaca y la diabetes.
Hay dos tipos principales de células madre: células madre embrionarias y células madre adultas. Las células madre, por lo general, tiene dos opciones: dar lugar a más células madre, o a células especializadas dirigidas a formar ciertos tejidos.
Células madre embrionarias
Las células madre embrionarias son células madre que se derivan de la masa celular interna de un embrión de mamífero en una etapa muy temprana de desarrollo, cuando está compuesta de una esfera hueca de células en división (un blastocisto). Por eso, el estudio de células madre embrionarias humanas suponen ciertos cuestionamientos éticos. Normalmente, las que se han utilizado para estudio proceden de embriones que han sido desechados, por ejemplo, en una FIV (fertilización in vitro). Pero se necesita el consentimiento de los tutores de ese material orgánico para su uso en biomedicina.
Por todo lo anterior, las células madre embrionarias más estudiadas son las células madre embrionarias de ratón, descubiertas en 1981. Si las células madre embrionarias de ratón cultivadas en el laboratorio se inyectan en un embrión de ratón en la etapa de blastocisto, estas se integrarán en el embrión y producirán células que se especializadas en la mayoría o en todos los tipos de tejido que posteriormente el embrión desarrollará. Esta capacidad de repoblar embriones de ratón es la característica clave que define las células madre embrionarias, y por eso se consideran pluripotentes, es decir, capaces de dar lugar a cualquier tipo de célula del organismo adulto. En cambio, si las células madre embrionarias se injertan en un ratón adulto, se desarrollarán en un tipo de tumor llamado teratoma, que contiene una variedad de tipos de tejidos diferenciados.
La epidermis de la piel contiene capas de células llamadas queratinocitos. Algunas de estas células son células madre. Los queratinocitos se mueven lentamente hacia afuera a través de la epidermis a medida que maduran, y finalmente mueren y se desprenden en la superficie de la piel.
La médula ósea contiene células llamadas células madre hematopoyéticas, que generan todos los tipos de células de la sangre y el sistema inmunitario. Las células madre hematopoyéticas también se encuentran en pequeñas cantidades en la sangre periférica y en grandes cantidades en la sangre del cordón umbilical. En la médula ósea, las células madre hematopoyéticas generan una progenie que puede convertirse en linfocitos, granulocitos, glóbulos rojos y ciertos otros tipos de células.
La ciencia ha demostrado que también hay células madre en el cerebro, las células madre neuronales. En los mamíferos se forman muy pocas neuronas nuevas después del nacimiento, pero se forman continuamente algunas neuronas en los bulbos olfativos y en el hipocampo. Estas neuronas surgen de células madre neurales, que pueden cultivarse in vitro en forma de neuroesferas, pequeños grupos de células que contienen células madre y parte de su progenie. Este tipo de células madre se está estudiando para su uso en terapia celular para tratar la enfermedad de Parkinson y otras formas de neurodegeneración o daño traumático del sistema nervioso central.
Recientemente, las células madre se han utilizado exitosamente para tratar pacientes con VIH, y también para tratar la COVID-19 en ensayo clínico.
