Racing, al fin, le puso la corona a los merecimientos.

Desde el costado estadístico pero sin títulos, para Racing era algo así como cuando los detractores de Guardiola lo aguardaban a dientes afilados, al acecho. Esperando que esa habitual posesión abrumadora de balón sobre sus rivales tropiece ante algún contraataque oponente y listo, suficiente argumento para echar por tierra todo el trabajo de una temporada. 

La victoria de ayer sobre Boca por 2 a 1 en la final del Trofeo de Campeones es la cereza de un postre por el que había trabajado y por sobre todas las cosas, tolerado, tras levantarse con carácter tras el traspié ante River de hace unas semanas. Al cabo, Racing alcanzó los 80 puntos anuales y dejó atrás a Boca, por un punto. Es decir, lo de ayer, se graficó desde los números hacia el terreno de juego.

El primer periodo tuvo un ritmo frenético. A los 18 Norberto Briasco recibió una asistencia aérea de Fabra y su remate dejó sin chances a Gabriel Arias. Sin embargo, ese temple en el que debió trabajar Fernando Gago junto a su cuerpo técnico desde el plano anímico tras perder la chance en la Liga Profesional, tuvo sus réditos. A los 22, Matias Rojas interceptó un mal pase de Alan Varela y condujo el balón hasta disparar desde fuera del área y vencer una endeble resistencia de Rossi. 

Pero además de haber perdido a Carbonero tras la expulsión en conjunto con Sebastián Villa, también no pudo contar más con Miranda por una lesión. No obstante fue paciente aún con ese hombre de más tras la expulsión de Alan Varela que terminó por volcar el protagonismo hacia el lado de los de Avellaneda. Parecía que se venían los penales, y para Boca representaba el mejor negocio. Por cansancio y porque en Rossi había un especialista bajo los tres palos.

Pero Alcaraz tuvo otros planes y al final, Boca no tuvo otra respuesta que la de la impotencia. Tantas veces ha sabido ganar, pero al club de la Ribera le sigue costando saber perder. Las rojas a Zambrano, Advíncula, González, Fabra y Darío Benedetto impidieron, incluso, que el cotejo tuviera un final en los 120 minutos reglamentarios.

Racing finalizó la temporada, entre la Copa de la Liga y la Liga Profesional, como el segundo más goleador con 66 gritos. Y con River compartió el ítem de conjunto al que menos goles le anotaron (34). 

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