Se reabrió una causa en la que se investiga si Cristina Kirchner es la dueña de un crucero de lujo.

Lo decidió la Cámara Federal. El ex contador Víctor Manzanares había dicho que el barco era propiedad de la ex presidente. La jueza Servini la sobreseyó, pero el fiscal Marijuán apeló.

La Cámara Federal decidió hoy que se reabra una causa contra Cristina Kirchner. La ex presidente y vicepresidenta electa estaba siendo investigada a raíz de los dichos del contador Víctor Manzanares, quien aseguró que ella era la dueña de un crucero de lujo que navega por los glaciares del lago Argentino. La jueza María Servini la sobreseyó, pero el fiscal Guillermo Marijuán apeló y permitió que se siga investigando.

En la causa de los cuadernos de las coimas, Manzanares dijo que Daniel Muñoz, el ex secretario de los Kirchner, le había contado que él mismo llevaba el dinero al astillero donde se construyó el “Santa Cruz”, un crucero de lujo con 20 camarotes, un restaurante para 40 personas y salas de estar.

“Polo, yo llevaba la plata al astillero”. La conversación se habría dado a mediados de 2015, al día siguiente de una reunión en la quinta de Olivos. Mientras esperaba que Cristina lo reciba, Manzanares se cruzó con Grippo, quien le mostró las fotos del barco. Al día siguiente, Muñoz le contó al contador que él mismo llevaba al dinero a un astillero en Tigre.

Por esos dichos la ex diputada Margarita Stolbizer se presentó ante el fiscal Gerardo Pollicita y pidió que se investigue a Cristina Kirchner y al arquitecto Pablo Grippo.

El barco se empezó a construir en 2006, cuando Grippo ya era dueño de la empresa Marpatag, pero recién se terminó en 2012 por falta de fondos, según le contó el arquitecto a Infobae. Dos años después, Grippo ganó una licitación para realizar excursiones de navegación en el lago Argentino.

Ante la apelación de Marijuán, la Sala II de la Cámara, integrada por Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia, entendió que el sobreseimiento dictado por Servini es prematuro. “No consta en las actuaciones dato alguno relativo a la fecha, modo y condiciones en que el crucero ingresó efectivamente al patrimonio de MARPATAG SRL y que tampoco se incorporó ninguna prueba vinculada a la composición del capital de la firma ni de sus socios que permita descartar o validar la hipótesis denunciada», dice la resolución.

Durante la investigación, la jueza le pidió informes a la AFIP y a otros organismos como la Inspección General de Justicia. Con esas pruebas, concluyó que “toda la tramitación relativa a la adquisición de la sociedad (Marpatag), y en consecuencia, de las embarcaciones se ha llevado a cabo bajo la totalidad de la normativa vigente y sin ningún tipo de observación por parte de los organismos que intervinieron en el mismo”.

Grippo siempre hizo un culto del bajo perfil. Pero ante los dichos de Manzanares dijo, en mayo de este año, y aseguró que el barco lo construyó con préstamos familiares. “Yo no soy el testaferro de nadie. Estuve seis años para construir ese barco”, dijo en ese momento. En esa misma entrevista exhibió documentación del barco y fotos de la construcción.

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