SMOS, el nuevo satélite que caza huracanes

Inicialmente el satélite SMOS se puso en órbita con el objetivo de medir la humedad y la salinidad de los océanos, sin embargo, ahora los investigadores han encontrado una nueva utilidad: ayudar a la mejora de los pronósticos de huracanes.

Los satélites Earth Explorer (Exploradores Terrestres)son una serie de orbitadores preparados para estudiar el planeta desde las alturas. De momento se han lanzado tres con distintos objetivos en función del equipo de que disponen. En 2009 la European Space Agency (ESA) lanzó los dos primeros: GOCE y SMOS cuya misión es medir el campo gravitatorio terrestre y medir la salinidad y la humedad del suelo respectivamente. En 2010 se lanzó el CryoSat-2 que tiene la misión de informar del estado del hielo superficial en los polos. Sin embargo ahora, los científicos han dado un uso completamente distinto al satélite SMOS.
Gracias al radiómetro de microondas con que está equipado y que mide la «temperatura de brillo» de la Tierra lo que permite calcular la cantidad de agua almacenada en forma de humedad en el suelo y la cantidad de sal disuelta en la parte superior de los océanos. Además, el sensor con que está equipado SMOS trabaja entorno a la frecuencia de 1,4 GHz, lo que permite calcular la velocidad del viento sobre la superficie del mar. Estas dos capacidades le convierten en un chivato de huracanes pero, ¿cómo?
Cuando los vientos en la superficie marina son muy fuertes se provoca el rompimiento de las olas y la formación de los conocidos como «borregos», que modifican la cantidad de energía que emite la superficie marina en la banda de las microondas. De este modo, en función de la radiación emitida por la superficie del mar se puede calcular la fuerza del viento con una exactitud mayor que con otros métodos.
La comprobación del funcionamiento de este nuevo sistema certificó durante el paso del huracán de categoría 5 que cruzó el Atlántico Norte en 2010, Igor.
Gracias a estas mediciones se podrá estudiar mejor el proceso de formación de huracanes así como para medir la intensidad de los mismos. Igualmente, cruzando los datos de salinidades y velocidad del viento los investigadores podrán medir la relación entre el proceso de dilución del agua dulce en los océanos y los huracanes.

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