Tigre dio la gran sorpresa: le ganó a River en el Monumental y lo dejó sin semifinal
El equipo de Victoria se impuso 2 a 1 y jugará la semifinal ante Argentinos Juniors.
Por Guillermo Tagliaferri
River Plate era el amplio favorito, pero el fútbol suele dar sorpresas. Y Tigre dio una grande, en este partido por los cuartos de final de la Copa de la Liga de Fútbol Profesional y le ganó, con argumentos válidos, 2 a 1 en Núñez.
De esta manera, el Millonario se despidió de la competencia y Tigre, uno de los ascendidos desde la Primera Nacional, jugará, el domingo en el estadio de Huracán, la semifinal ante Argentinos Juniors, el otro ganador sorpresivo de hoy. La otra semifinal la disputarán, el sábado, Boca Juniors y Racing Club.
Para aumentar el morbo, los goles de Tigre los anotaron dos futbolistas surgidos de Boca Juniors, el clásico rival de River: Mateo Retegui y Facundo Colidio. Enzo Fernández había marcado el empate parcial.
Tigre metió un rápido zarpazo
Apenas 5 minutos se habían jugado y el estadio Monumental sintió el impacto por el gol visitante. Cristian Zabala mandó el centro y Mateo Retegui, con una contorsión para meter el cabezazo, puso el 1 a 0.
Tigre, respaldado en este gol, se afirmó en el terreno, propuso un juego ágil y efectivo, mostró cohesión y consistencia en todas sus líneas y le complicó el panorama al equipo de Marcelo Gallardo.
Arrancó River más directo y con asociaciones el segundo tiempo. Parecía decidido a dar vuelta la historia. Accedió el empate con un golazo de Enzo Fernández, pegándole de aire y de primera tras un pase de Nicolás De La Cruz, para estampar la pelota en un ángulo, a los 12 minutos.
River estaba en plena levantada cuando Tigre volvió a ponerse en ventaja. Facundo Colido aprovechó una indecisión de Paulo Díaz, le quitó el balón, enganchó y se fue a enfrentar a Franco Armani, para superarlo con un tiro preciso, a los 21 minutos.
Presionó River en los instantes finales, pero Tigre no se desordenó. Hubo una duda por una supuesta infracción del arquero Gonzalo Marinelli a Agustín Palavecino, pero tanto el árbitro Fernando Espinoza como el VAR determinaron que el jugador local cayó primero.
Así, Tigre, que había cerrado su participación en el Grupo B con cuatro partidos sin ganar (tres derrotas, un empate), se rehabilitó. Y lo hizo a lo grande.
