Messi, entre un gol con su sello y alarmas por su físico, de cara al Mundial.
Lionel Messi apareció con todo su esplendor en Lisboa, como para imponer su propio halo a la magia que ya de por sí trae consigo la Champions League. En el duelo que sostuvieron ayer el PSG ante el Benfica, que finalizó 1 a 1, y mantiene a ambos equipos como líderes de la zona H, el rosarino se destacó una vez más. Gracias a una jugada colectiva previa que tuvo la asistencia de Mbappe para culminar con una pincelada cuya trayectoria se hizo imposible para el arquero rival, y retratar un golazo a su altura, a los 21 minutos del primer capítulo.
Sin embargo, 20 minutos más tarde, apareció otro argentino como protagonista. Se trata del ex River Enzo Fernández, quién envió un centro que Danilo Pereira, en contra de su voluntad, empujó en su propio arco. El cotejo estuvo signado por una supremacía inicial por parte de los parisinos, que luego se revirtió a partir del despliegue colectivo aceitado del equipo local.
Al margen de lo estrictamente sucedido en el campo, el semblante de Messi a la hora de salir del terreno de juego, sembró una preocupación que atravesó a franceses pero también a los argentinos, quienes lo aguardan en óptimas condiciones para la cita ecuménica de Qatar 2022. La Copa del Mundo que iniciará dentro de un mes y medio, tendrá el debut del combinado nacional que dirige Lionel Scaloni enfrentando a Arabia Saudita el 22 de noviembre. A propósito, Cristhophe Galtier, entrenador del elenco galo, contó que Messi «hizo una señal diciendo que quería salir. En la última acción se sintió cansado. Se fue porque estaba cansado y un compañero fresco era mucho más adecuado para ese momento”.
El PSG aún lidia con problemas en su estructura que terminan por repercutir en su funcionamiento, tal vez como un resabio de vicios de la temporada pasada. En sus últimas presentaciones, tanto en la Ligue 1 ante el Niza como en la Champions versus el Maccabi Haifa, dependió de la influencia de sus individualidades. No obstante, registra 11 éxitos en 13 presentaciones de la temporada.
Por su lado, el Benfica, conducido por el alemán Roger Schmidt, exceptuando el empate de ayer, sólo había resignado puntos en el camino por un empate ante el Vitória de Guimarães por la liga lusa. En los 13 juegos restantes, arrasó con números perfectos.
