Para el filósofo Eric Sadin, el mundo va hacia «la tiranía del individualismo».

Eric Sadin remarcó una vez más su crítica postura de acuerdo a lo que él deduce como un derrame nocivo de los efectos tecnoliberales. Consecuencias que nos conducen a la destrucción. Su mirada interpela desde el engaño en el uso de las redes sociales que provocan la falsa ilusión de independencia. 

“La era del individuo tirano. El fin de un mundo en común”, es su último libro y en declaraciones al medio Página 12 abordó lo inmerso que estamos en las redes. Sucede que se escurre la subjetividad y la sensibilidad. Se refiere al Metaverso como una trampa.

«Este libro nació caminando por París. Empecé a ver cosas que pasaban, veía gente que se disputaba, otras veces la gente me empujaba y hasta más de una vez casi me atropella un auto. Todo esto estaba, además, envuelto en una suerte de tristeza, de desesperanza. De pronto, todo esto resonaba con los acontecimientos del mundo, como si el mundo tuviera la primacía de su propia ley sobre el orden común”, reveló acerca del origen de su reciente trabajo.

“Estamos viviendo el resultado de dos fenómenos decisivos: el primero es el largo proceso de desilusión progresiva ante la palabra política, las promesas políticas y, por consiguiente, de los principios comunes. A partir de los años 70, cuando empezó el giro liberal, empezó a romperse el pacto de confianza”, detalla.

Y agrega que: “Allí se da la creencia de que el vector de la sociedad es el individuo y no la organización política. Esta extrema individualización fue alentada por el ethos económico político. No se trata de una iniciativa individual sino de una idea propagada por el ethos según la cual la riqueza y el desarrollo vendrán de la fuerza de los individuos. De alguna manera, nos dejaron libres hasta abandonarnos. Al final de cuentas terminó por romperse aquello que nos mantenía juntos». 

Luego, se explayó para profundizar en la cuestión de aparente independencia del ser humano ante tal coyuntura: «El segundo fenómeno capital es el de los clouds económicos. En un primer momento esos útiles favorecieron los fenómenos de individualización: el auto, el microondas, los reproductores de video, el walkman. Se trataba de poder gestionar la propia vida como se quería, a su propio ritmo, con la ilusión de que se estaban ganando márgenes de autonomía”.

“De pronto, ese sentimiento de individualización se transformó en la ilusión de que se había ganado en autonomía, en movilidad, en independencia, en capacidad de gestionar su vida según los términos del nicho neoliberal, es decir, gracias a útiles que daban los medios para inscribirse en esa lógica”, añadió Sadín.

Sostuvo que: “Luego, el momento fundador de nuestra actualidad ocurrió en 2005 con la creación de lo que se llamó el WEB2. Desde ese momento los individuos adquirieron la capacidad de dejar de ser espectadores de las páginas internet visitadas para poder intervenir. Ello trajo esa invención genial del tecno liberalismo que son las redes sociales, las cuales les dieron a los individuos el sentimiento de ser importantes mostrando secuencias de sus vidas o revelando públicamente sus opiniones». 

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