Datos sobre el cerebro humano que te sorprenderán

Seguro que has oído muchas veces que usamos solo el 10% de nuestro cerebro. ¿Es cierto?

El cerebro es el órgano más complejo del cuerpo humano. Nuestro cerebro determina cómo experimentamos el mundo que nos rodea. Este fantástico e imprescindible órgano pesa alrededor de 1.400 gramos y contiene alrededor de 100.00 millones de neuronas, las células que transportan información.

Para mejorar la salud y la función del cerebro, deberíamos seguir una dieta equilibrada y no olvidarnos de tomar nueces y almendras frecuentemente (pues los frutos secos son ricos en ácidos grasos omega y antioxidantes, beneficiosos para la salud del cerebro).

Comer bien mejora la salud general y el bienestar. También reduce el riesgo de desarrollar problemas de salud que pueden conducir a la demencia, que incluyen la enfermedad cardiovascular o la diabetes tipo 2.

Hacer ejercicio es crucial para la salud de nuestro cerebro, pues el ejercicio regular también reduce el riesgo de problemas de salud que pueden conducir a la demencia.

No debemos olvidarnos de mantener nuestro cerebro activo. Cuanto más usamos el cerebro, mejor se vuelven las funciones mentales. Por esta razón, los ejercicios de entrenamiento cerebral son una buena forma de mantener la salud general del cerebro.

Por desgracia, están bastantes extendidas una serie de creencias relacionadas con nuestro órgano pensante. Suele pasar que cuando alguien escucha un rumor sobre cómo funciona el cerebro, lo difunde, independientemente de si es verdad o no.

Hay muchos mitos sobre nuestro cerebro y sobre su funcionamiento, así que hoy vamos a hablar de los mitos más comunes y descubriremos si hay algo de verdad en ellos. ¿Solo usamos el 10% de nuestro cerebro? ¿Cuántas veces habrías oído esta frase? Empezamos por el mito más extendido.

¿Usamos el 10% del cerebro?

El mito de que usamos solo el 10% de nuestro cerebro es mera leyenda urbana que se vio amplificada por la trama de la película Sin límites de 2011 (protagonizada por Bradley Cooper), que gira en torno a una ‘droga maravillosa’ que dota al protagonista de una memoria prodigiosa y poderes analíticos increíbles. Posteriormente la película Lucy de 2014, generaría similar comparación. No tenemos un interruptor para activar nuevas neuronas. Usamos todo el cerebro todo el tiempo, pues el cerebro funciona como un ‘todo’. De hecho, en términos de evolución, sería una bastante nefasto haber empleado tanto tiempo y energía en el crecimiento de un cerebro tan grande para no usar la mayor parte. Lo siento, pero usas todo tu cerebro.

¿El alcohol mata las neuronas?

Obviamente el alcoholismo a largo plazo puede causar una serie de problemas de salud, incluido daño cerebral. Sin embargo, no es tan simple como decir que beber alcohol mata las neuronas. Esto, estrictamente, es un mito. No las destruye pero sí las daña. Las razones son complicadas. Por ejemplo, si una mujer bebe demasiado alcohol durante el embarazo, puede afectar el desarrollo cerebral del feto e incluso causar el síndrome de alcoholismo fetal. Los cerebros de bebés con esta afección pueden ser más pequeños y poseer menos neuronas, lo que puede conducir a dificultades con el aprendizaje y el comportamiento. Sea como fuere, no olvidemos que beber alcohol es perjudicial para la salud. ¿De dónde proviene este mito? Probablemente surgió a raíz de un estudio de 1990 donde Harper y Krill concluyeron que los alcohólicos tenían menos neuronas.

¿Se forma un nuevo pliegue en el cerebro cada vez que aprendemos algo?

El cerebro humano está cubierto por pliegues, comúnmente conocidos como ‘arrugas’. Algunas personas creen que se forma un nuevo pliegue o surco cada vez que una persona aprende algo nuevo. Lamentamos comunicar que no es cierto. El cerebro comienza a desarrollar estas ‘arruga’ antes de nacer y este proceso continúa durante toda la infancia. Lo que sí es cierto es que el cerebro hace nuevas conexiones constantemente y rompe las antiguas, incluso en la edad adulta.

¿Los hombres y las mujeres aprenden de forma diferente?

Ninguna investigación ha demostrado diferencias específicas de género en cómo las redes de neuronas se conectan cuando aprendemos nuevas habilidades. Incluso si eventualmente surgen algunas diferencias de género, es probable que sean pequeñas y estén basadas en promedios; en otras palabras, no serán necesariamente relevantes para ningún individuo en particular.

¿Solo tenemos 5 sentidos?

Desde que somos muy pequeños se nos enseña en la escuela acerca de los cinco sentidos: vista, oído, gusto, olfato y tacto. Pero, la realidad, es algo más complicada que eso, y tenemos algunos más. Algunos neurocientíficos enumeran hasta 21 formas ligeramente diferentes de detectar cosas. Por ejemplo, el tacto es en realidad una amalgama de algunos sentidos diferentes. Tenemos la percepción de la presión, del calor y del dolor, llamada nocicepción. La propiocepción (otro ejemplo), es la capacidad de nuestro cuerpo de ubicar la posición de las articulaciones en todo momento.

Sabemos lo que nos hace felices o tristes

Probablemente todos tengamos una buena idea de lo que disfrutamos y lo que no. Pero la verdad es que no tenemos control sobre qué escenarios y experiencias nos hacen felices o tristes en el momento. La investigación ha demostrado que sobreestimamos lo felices que nos harán las actividades sociales y de ocio. Y también lo duras que se nos harán las mañanas de los lunes tras el fin de semana. Si alguien cercano a nosotros muere, no podemos predecir el dolor y la desesperación que siente, pero tampoco tiende a durar tanto como suele imaginarse uno. Como resultado, nuestros cerebros son más resistentes de lo que pensamos.

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