Canillita Digital

Las secuelas emocionales del Covid 19 a dos años del comienzo de la pandemia

Quienes han padecido la enfermedad acarrean secuelas físicas, pero la sociedad toda aún debe lidiar con el costo emocional de una pandemia tan larga.

Por Inés Tiphaine

Según el estudio «Resultados del estudio internacional de salud mental covid-19 para la población general (COMET-G)” realizado durante la pandemia sobre más de 55.000 participantes de 40 países y publicado por la revista científica European Neuropsychopharmacology, «se detectó depresión probable en el 17,8% y angustia en el 16,7%. Un porcentaje significativo dijo haber registrado deterioro del estado mental, la dinámica familiar y el estilo de vida cotidiano».

Para hablar del tema, El Canillita Digital entrevistó a la psicóloga Susana Caro (Psicóloga UBA, MN 20.701), quien afirmó: “Todo esto es una cuestión de miedo y de inseguridad. Todo lo que es malo y asusta se puso en marcha durante la pandemia. Y cada vez que recrudece es como una lucecita que se vuelve a encender, que es lo que está sucediendo con la nueva cepa Ómicron”.

Las nuevas variantes de Covid que van surgiendo, ¿generan un estado de miedo constante en las personas?

Pensándolo del lado psicológico, creo que todas las personas nacemos con una cuota de miedo. Algunas tienen una cantidad, digamos, como un frasquito, otras un bidón y otras tienen un contenedor como la YPF de miedo. Más allá de que muchos miedos son aprendidos, lo que hizo esta pandemia a nivel mundial fue hacer aparecer el sentimiento de culpa: “Si no tenemos cuidado, les hacemos mal a nuestros seres queridos”. Además, los medios enfocan en las malas noticias, porque las buenas no suelen ser tan convocantes, la gente no se prende tanto como con el miedo.

¿Cómo atravesó la gente mayor el encierro, en especial teniendo en cuenta el tema de las noticias consumidas?

Las personas mayores tienen una inseguridad que es el miedo de sentirse no tan fuertes, de sentir inseguridad en su propio tiempo y todo eso se sumó a lo que son los miedos de la enfermedad que al principio afectaba a las personas mayores. El tema de los medios es que la persona cuando se pasa escuchando las noticias, se asusta más.

En cuanto a las consultas psicológicas, ¿aumentaron durante este último tiempo?

Las estadísticas muestran que sí. Lógicamente había personas que necesitaban apoyo, información y otras que tienen la cultura de lo que son los espacios terapéuticos. Algunos no lo tomaron en cuenta y en esto también hacemos una diferenciación entre los que con el miedo se encierran y se agravan y los que ejercen el mecanismo de la negación. El tema es cómo cada ser humano se enfrenta a esto y ve lo que lo asusta y entonces decide si meterse debajo de las sábanas o buscar ayuda. Lo que sirve es volver a la persona que soy y no dejarme manejar por los medios ni por los que manejan el virus, o sea, cuando esto se pone difícil yo me armo de determinada manera para enfrentarlo.

¿Cómo se puede convivir con el virus después de atravesar la pandemia?

Desde la espiritualidad se sostiene que todos los procesos en el ser humano incluyen siempre cuerpo y mente, y aquí hablamos específicamente del proceso salud-enfermedad. Hoy la Psiconeuroinmunología considera que todo empieza con el pensamiento. ¿Qué pienso yo de esto, soy una víctima, estoy asustada por lo que viene? ¿O estoy armado porque esto se pone difícil y estoy dispuesto a enfrentarlo? Primero voy a cuidar mi pensamiento: si estoy sintiéndome demasiado vulnerable, no escucho las noticias que me asustan para empezar. Tampoco me dejo llevar por el pensamiento negativo. Esto es como cuando agarramos el control remoto de la televisión y vemos una película de miedo y automáticamente cambiamos de canal y voy a un canal de entretenimiento. El sistema inmunológico es importante en este momento, si yo digo estoy asustado con lo que me va a pasar, si estoy con todo eso lógicamente mi cuerpo va a estar temeroso y va estar vibrando en temor. Si yo no sé de qué se trata, o siento que puede ser peligroso, yo me armo de la mejor manera que puedo estar. Y no olvidarnos nunca que el significante que se movió fue la muerte. El riesgo era la muerte, se sintetiza en la muerte y como seres humanos es una experiencia muy fuerte.  

¿Cómo atraviesan las personas la enfermedad?

Hay diferentes enfermedades que fueron transcurriendo a lo largo del tiempo y afectan a las personas de diferente manera. Entonces me armo para atravesarlo con valores como el respeto a mí mismo, el amor por las cosas que amo, a los seres queridos y, sobre todo, a la fuerza que soy. Por eso menciono las neurociencias: armar en el pensamiento una cosa muy respetada y amorosa sobre mí, que tengo este tiempo para vivir. Yo me transformo en el tercer chakra, en el guerrero. El guerrero es un guerrero triunfador cuando triunfa, porque lucha y no entrega las armas. No tiene sentido la vida sin una lucha, el éxito es aleatorio, pero la lucha es una realidad. Eso es lo que planteamos los terapeutas: “La vida es tuya y el que pierde o gana sos vos”.