Sesiones ordinarias: los diputados del Pro se retiraron del recinto
El discurso del Presidente de la Nación giró sobre las ideas habituales y la referencia a la deuda con el FMI provocó la reacción de algunos legisladores de Juntos por el Cambio.
Por Gastón Dufour
En la apertura de sesiones el presidente Alberto Fernández continuó con el lenguaje altisonante, la promesa de cobertura estatal a modo de protección para resolver todos las necesidades de la población con un presupuesto que no alcanza para lo mínimo y con el señalamiento de la responsabilidad de lo que sea que suceda a nivel estructural y político en otro cualquiera, un blanco que puede ser la pandemia, el gobierno anterior, o el cambio climático. En definitiva, nunca parece llegar el punto de hacerse cargo de la propia acción y del rol que el oficialismo asumió en 2019. Ya pasó el tiempo de tirar la pelota afuera.
En esa misma línea, el Primer Mandatario siguió hablando de la Justicia, de las reformas necesarias y la presunta inequidad que implica para la población el comportamiento del Poder Judicial, población que nunca recibe los beneficios teóricos de la presión política sobre un sistema que solamente funciona para quien tiene la posibilidad de ejercer dicha presión. Que nunca es el ciudadano de a pie, el asalariado común.
El relato vetusto de las causas que provocan inflación, ya sean las amenazas detrás de las sombras o teóricos fenómenos multicausales que no se definen y, por ello, se entienden como más difíciles de resolver, al igual que todo problema que se desconoce o se pretende desconocer, genera confusión cuando lo que se necesita es claridad.
«Nadie le puede dar razonabilidad a un gobierno que no la tiene” sobre “un país que existe solamente en la cabeza del Presidente» comentó el diputado Fernando Iglesias a la salida del recinto, mientras acompañaba la salida del bloque del PRO del recinto, a modo de protesta por la referencia a la deuda contraída por el gobierno de la actual oposición.
Con la invasión de Rusia a Ucrania, el presidente recordó también que este año el país presidirá el Consejo de Derechos humanos de la ONU y se refirió a la idea de vincularse por fin a la nueva mirada para el mundo que viene, un día después de que por primera vez el Canciller Santiago Cafiero se refiriera al conflicto como invasión, lo que es claramente cierto.
En paralelo se cerró finalmente el acuerdo con el FMI, fue definido por el presidente como «el mejor entendimiento posible» y aseguró que «no habrá reformas laborales ni jubilatorias«.
«Queremos dejar de ser víctimas de todo», dijo Alberto Fernández, mencionando a Charles Dickens y su «Historia de dos ciudades». Sería interesante que el gobierno ponga en práctica lo que expresó en el discurso transmitido a través de su principal representante, en que sostuvo que la coalición tiene como objetivo mirar hacia adelante y «crecer para estabilizar«.
