Argentina camino a recuperar la identidad y con pasaje a octavos de final.

El tiempo, fracción necesaria para establecer objetivos, transitar procesos, fijar metas. Indispensable para edificar la química de cualquier grupo. Fundamental para consolidar un ADN, detrás del cual los intérpretes puedan encolumnarse.

A la selección Argentina la despertó una pesadilla en forma de Arabia Saudita y el shock recién comenzó a diluirse con el zurdazo de Messi ante México para el 1 a 0, que luego decoró Enzo Fernández. Fue el click que terminó por purgar amargos sentires de una presión que se reflejó en las lágrimas de Scaloni. 

La victoria ante Polonia, como sucede en el tenis, representa la ratificación del quiebre. El equipo se soltó, dejó atrás las ataduras que provocan los miedos y volvió a aproximarse a la versión de la Copa América 2021.

Con una acertada lectura del entrenador, quién no desaprovechó el momento de alto vuelo de Enzo Fernández. Es más, cuando hizo ingresar a Paredes para que el ex River se suelte más, allí se produjo el segundo tanto, obra de Julián Álvarez. La araña conquistó su gol en la circunstancia más compleja, ya que tuvo otras tantas con mejores opciones que no pudo resolver favorablemente. Cosas de delanteros.

Pero antes hubo una chance clara. El penal tecnológico y polémico que el árbitro interpretó tras el despeje del arquero Szczęsny que encontró el rostro de Messi. Entre la posibilidad de un golpe por imprudencia y la viveza criolla del rosarino, la balanza se inclina más por la segunda percepción. Sin embargo, el astro argentino no pudo ante una brillante atajada del polaco. 

Pero en el segundo tiempo, ya desde el amanecer, Argentina golpearía con ese remate mordido pero efectivo al fin de Alexis Mac Allister que entró en slow motion, tras una buena proyección por el callejón derecho de Nahuel Molina.

Pese a la oportunidad desperdiciada, Messi se sintió conforme por el funcionamiento colectivo: “Tuve el penal, con bronca por haberlo errado. El equipo no se cayó y salió fortalecido. Creo que por fin encontramos lo que somos, lo que veníamos buscando. El que entra sabe lo que tiene que hacer. Australia va a ser un rival durísimo”.

Más allá del sabor agrio, a Messi no se le desinfló el ánimo. Mostró personalidad para asociarse y seguir en partido como alternativa de triangulación. Como bonus, alcanzó otro récord: llegó a 22 partidos jugados con el equipo nacional en Mundiales y se convirtió en el jugador argentino con más cotejos de Copas del Mundo, dejando atrás a Diego Armando Maradona. 

Por su lado, Scaloni expresó: “Estamos satisfechos por el partido que hicimos, que no era un fácil, el contexto no era fácil, había que jugar y ganar contra un equipo al que le servían dos resultados. Eso hacía que el partido fuera muy difícil. Pero lo interpretamos de manera correcta. Los jugadores hicieron un partido completo y estamos contentos. A veces las cosas no se dan, pero no se dejan de internar y muchas veces dan sus frutos”.

Luego recalcó: “No somos candidatos a nada. Ratifico que somos un equipo difícil que va a dar pelea. Pensar que por ganar hoy ya vamos a ser campeones, es algo errado. Al final, el método y cómo buscás el resultado, queda. Y hay que ver cómo perdés. A mí todavía me duele cómo se perdió con Arabia, en el primer partido. No somos candidatos ni somos favoritos: seguimos siendo los mismos”.

Antes de despedirse, el técnico esbozó una crítica hacia la organización: “Son las 2 de la mañana acá en Qatar, estamos todavía en el estadio y Australia está descansando. Salimos primeros del grupo y tenemos que jugar el sábado, la FIFA lo decidió así. Me parece una locura tener tan pocos días. Mañana ya es jueves, al otro día hay que preparar el partido y, al otro, jugar”.

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