Desde el Gobierno se lamentaron por el fracaso de Béliz en la CAF
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El secretario de Asuntos Estratégicos sumó otra derrota dentro de un organismo regional y esta vez se topó contra los socios del Mercosur.
Desde el Gobierno se lamentan por la decisión que tomaron las autoridades de la Corporación Andina de Fomento (CAF), la cual se convirtió en una nueva derrota de Argentina en una disputa de poder en el continente conducida por Gustavo Béliz
Las ambiciones continentales del secretario de Asuntos Estratégicos de la presidencia terminaron quedando a mitad de camino como había sucedido en septiembre del año anterior, cuando él mismo se había ofrecido como candidato a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En esta oportunidad el funcionario consiguió convencer a Alberto Fernández de que su carrera en el BID y los cambios de aire en la región alcanzarían para vencerr a Mauricio Claver-Carone, quien habría sido impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Béliz se bajó de esa elección unas horas antes de perder la votación. Puertas adentro de la Rosada explicó que su candidatura había sido una estrategia para negociar una mayor influencia argentina en el directorio del organismo con sede en Washington. Meses más tarde, en el Ejecutivo sólo se esperanzan con una caída en desgracia de Claver-Carone, republicano como Trump, que no encuentra respaldo del demócrata Joe Biden.
En la CAF, el segundo organismo de crédito más importante de la región después del BID, Béliz había conseguido, desde su silla de director, darle el empujón final al peruano Luis Carranza, quien tuvo que dejar la presidencia en marzo por denuncias de acoso.
La salida de Carranza le dió esperanza a la Argentina para quedarse con la presidencia y para eso Béliz impulsó a Christian Asinelli, que hasta días previos de la asunción de Alberto fue funcionario del macrismo como presidente de la Fundación Banco Ciudad, un lugar que Horacio Rodríguez Larreta le cedió a Martín Lousteau.
Como explicó LPO, la clave que torció la votación fue Perú, que hasta último momento parecía volcarse en favor de Asinelli y finalmente se inclinó por el colombiano Sergio Díaz-Granados. Béliz y Asinelli sobreestimaron el apoyo que había brindado el presidente electo de Perú, Pedro Castillo, que todavía no asumió y no pudo manejar los votos de los actuales representantes de su país en el directorio del banco.
Béliz además había confiado en el voto de Panamá sin tener en cuenta que el embajador argentino en ese país lo puso Mauricio Macri para monitorear el avance del escándalo de los Panamá Papers. Otra mala noticia de esta elección fue que Argentina se encontró con la resistencia en bloque de todos los socios del Mercosur. Asinelli se debió conformar con una de las vicepresidencias del organismo.
