Julieta Prandi, decidida: “A mi ex marido lo voy a aplastar como a una cucaracha”.

La modelo y conductora de TV, Julieta Pranfi, abrió su intimidad a propósito del padecimiento anímico y económico que derivó de la relación con el padre de sus hijos.

La actriz detalla: «Quién era en ese momento mi marido, en marzo del 2018 le había pedido el divorcio, se negó a dármelo y estuvimos en guerra dentro de mi casa durante un año. Un año de mucha hostilidad, de mucha violencia. Sobre todo económica, porque retuvo mi dinero. Incluso me sacó los documentos, mi celular. Pasé situaciones de película, las viví todas. Entre ellas, las amenazas de muerte. En diciembre de 2018 tomé coraje y presenté mi divorcio de manera unilateral, había conseguido una abogada a escondidas».

Sin embargo, relata que «todo fue todo muy macabro, me seguía, me llevaba y me traía, me controlaba cada paso. A esa primera entrevista fui con una abogada, que me la había recomendado mi obstetra, imaginate. — ¿Tenés una abogada? dámela. Con la primera que me dieron tuve una entrevista secreta y le dije: necesito que me saques de acá. Él se negó a poner una abogada hasta que pasó la feria, fue por eso que en febrero pude armar un flete para llevar mi ropa e irme. Él me decía: te vas a ir de acá pero sola, sin tus hijos. Yo necesitaba un marco de legalidad y tenía terror, estaba aterrada. Necesitaba irme con mis hijos».

Una de las consecuencias directas la afectó severamente en el plano económico: «Tuve que pedir un préstamo a un banco habiendo trabajado 22 años, para poder alquilar un departamento e irme. Me fui de esa manera. Y sin nada, no me pude llevar ni la tele de mi propia casa, que pagué con mi trabajo. Después de un año y medio recién logré que el antiguo juez de mi caso, me diese la atribución del hogar, que es un permiso para vivir en tu propia casa. Que me devuelvan la casa por un año. Se va renovando el permiso hasta que se haga efectiva la división de bienes».

Prandi reveló el paso a paso de su fallido matrimonio: «Primero un noviazgo muy controlador, desapareció cuando lo dejé y unos años más tarde volvió mostrándome otra cara, una persona mucho más aplomada, cuidador, protector. Porque este tipo de personajes sabe cómo engañar a su víctima. Sabe qué cara tiene que mostrar. Durante un tiempo fue un gran encantador de serpientes, todo el mundo creía que era el hombre más maravilloso de la tierra y que iba a ser el mejor padre del mundo. Yo también lo creí».

Luego añadió: «Después empecé a ver cosas, pero ya estaba inmersa en una vorágine complicada. Descubrí que era pai umbanda. Tuve todo tipo de amenazas en mi vida. Durante cuatro años no vi a mis padres por ejemplo. No me dejaba ver a mis padres».

La conductora señala: «Hizo firmar un poder administrativo para hacerme el favor de cobrar mi sueldo y de manejar mi cuenta. Él entraba a Telefé y cobraba. Entraba a Actores y cobraba. Manejaba mis cuentas. Y así fue como empezó a vaciarme».

Prandi resalta cómo el vínculo le ocasionó un deterioro en su ánimo: «Yo me fui con la confianza estropeada, arruinada en mil partes. Todavía la estoy trabajando. Porque cuando me fui de ahí no creía ni que me llamara Julieta. Me hizo sentir que no era capaz de nada. Que sin esa persona no vas a poder vivir, no vas a poder trabajar. Que ya nadie te va a querer, que estás grande, que estás vieja. Y cosas mucho más asquerosas. ¿Con quién hablaste? ¿Con quién no hablaste? ¿Qué te pusiste? ¿Qué no te pusiste? Era un control absoluto».

Finalmente dejó en claro que «todo lo que pude construir lo voy a recuperar. Y voy a construir más de lo que yo ya construí, porque esto lo hice yo. Él no puso un peso para lo que yo construí. Es todo fruto de mi esfuerzo, porque a mí nadie me regaló nada. Yo hace 23 años que trabajo y está todo, no tengo nada que ocultar y es todo mérito mío. Y lo voy a aplastar como a una cucaracha».

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