“Lo que hacemos nosotros al estar acá es mostrar cuán grandioso es el público acá, somos un espejo”. Chris Martin, enamorado del público argentino.
Coldplay se despidió anoche ante un nuevo estadio Monumental colmado de fanáticos en sus shows en Buenos Aires, tras una ferviente maratón de 10 fechas. Hecho inédito en estos tiempos. Esa conexión entre la banda británica y el público argentino se reflejó en las sentidas declaraciones de Martin.
“Siempre amamos estar acá, en Argentina, pero esta vez es como un nivel nuevo. Para nosotros como banda cuando tocamos acá, es como cargar el teléfono con energía. Nos da todo lo que necesitamos para ir al resto del mundo. Lo que hacemos nosotros al estar acá es mostrar cuán grandioso es el público acá, somos un espejo” expresó con ese brillo en la mirada de los que, con sus gestos, también dicen.
Coldplay no es ajeno al contexto mundial y pretende instalar consciencia de lo que sucede alrededor. De allí también se desprende su gratitud. “Somos como cualquier otro ser humano en el mundo. Necesitamos ese poder de conexión, especialmente después del covid y lo que está pasando en Ucrania, e Irán y muchos otros lugares. Somos muy afortunados de hacer lo que amamos en los lugares que amamos. No sentimos ningún miedo en expresar el amor. Quizás porque ya estamos más viejos. Pero hay algo acá que nos hace sentir vivos”.
A propósito del día a día y la convivencia entre los miembros del grupo, luego de tanto tiempo, Martin recalcó: “Creo que es amistad, amor y hermandad. Como crecimos juntos, nos dimos cuenta de que lo único que tenemos es a nosotros mismos. tenemos que apreciar eso porque quizás no lo sabíamos al principio. Uno piensa: ‘Estamos acá porque tenemos que ser grandiosos’. Pero ahora es algo más que la amistad, es preocuparse y ayudarnos unos a otros”.
Y si hay un elemento que se comporta como un adhesivo entre los fans de Argentina y la banda, ese es el factor Soda Stereo. Eso es De Música Ligera: “Esa es la mejor canción del show, sin dudas. No es nuestra, así que es una lección de humildad para nosotros. Porque justo cuando nos estamos sintiendo estrellas de rock, tocamos ese tema y decimos: ‘Bueno, eso suena mejor que todas nuestras canciones’. Y es cierto. El show es increíble, el público y después tocamos esa canción y puuum. Es una lección de humildad, nos pone los pies en la tierra. Además, es una canción fantástica, increíble. Siempre es divertido tocarla”.
